Desde las ocho de la mañana, habitantes de la parroquia Agua Viva salieron a la Avenida Terepaima con pancartas y cauchos para protestar por la carencia del vital líquido, situación presente desde hace 10 días.
En el sector Las Tunas, vecinos cansados de la carencia de agua obstaculizaron el paso vehicular con cauchos a los cuales prendieron fuego, generando un gran congestionamiento en la zona.
Espantosa trocha
Debido al cierre, los vehículos tuvieron que tomar la única vía alterna existente entre la Avenida Terepaima y el populoso sector La Cruz, cuya vía principal, de casi un kilómetro y medio de tierra, piedras, lagunas y muchas zanjas, dibuja un panorama alarmante.
Largas fueron las colas por esta trocha parecida a un camino de postguerra, en donde hasta un camión de agua potable sufrió acentuado daño en la trasmisión, ocasionando otra cola en la espantosa vereda que sale a la mal llamada calle Tarabana del sector Vallecito Este.
Vecinos molestos
En la protesta había vecinos de los sectores afectados, a los que se unieron algunos de Las Acacias, Chucho Briceño, El Culebrero y La Mata, quienes apoyaron el cierre de la transitada arteria como única vía de resolución de la situación.
Reiterado escenario
En tanto, Elisio Pérez, representante del sector La Cruz, destacó que la escasez se debe a la irresponsable actuación de Hidrolara al no realizar las correspondientes inversiones en el paso del río Claro.
Reseñó que es la tercera vez en menos de dos meses que las crecidas del río Claro desprenden y arrastran las tuberías rasantes que atraviesan el cauce del afluente.
Comentó que cada vez que el escenario se presenta, los vecinos de Agua Viva deben padecer la carencia del líquido «sin aviso previo, lo cual hace más dramática la situación toda vez que ni la hidrológica, ni la Alcaldía activan un plan de contingencia con camiones cisternas».
Aseguró que para «medio subsistir», se ven obligados a comprar agua a los cisternas privados que abusan de la circunstancia, vendiendo un tanque de mil litros entre 60 y 80 bolívares, y cada pipa entre 10 y 20.
Exigieron solución
Keici Rodríguez, residente de Agua Viva Centro, invitó a la Gobernación de Lara a considerar intervenir las aducciones comprometidas por las últimas crecidas, alegando que se deben ejecutar trabajos para prevenir la situación.