“No es posible que mientras los venezolanos seamos obligados a trasnocharnos o madrugar haciendo colas de muchas horas, los cubanos pasen en grupo con plena libertad a hacer sus compras en este Mercal”.
De esa forma se expresó una anciana que dijo haber llegado a las dos de la madrugada al Mercal de Patarata, en la avenida Libertador con la esperanza de conseguir algunos alimentos y a las doce del día seguía en la cola, bajo los inclemente rayos solares.
Un grupo de padres y madres de familias, entre quienes se encotraban Petra Laya, Agustín Leal, José León, María Morles, Máyorly Antillano y Omaira Liscano, denunciaron a El Impulso la forma como son tratados en ese establecimiento.
Explicaron que, de acuerdo a los terminales de sus números de cédulas, estaban autorizados a comprar en el Mercal de Patarata lunes y jueves, pero los administradores del abasto eliminaron el primero de esos días, dejándoles sólo el segundo.
“Cómo piensa esa gente que nosotros tengamos que esperar una semana para comprar la comida. Será que piensan que nosotros no comemos. Será que piensan que estamos en Cuba y no en Venezuela?, se preguntó una de las mujeres.
“Pero los cubanos si tienen preferencias porque mientras nosotros tenemos que hacer largas colas bajo sol y lluvia, los cubanos pasan libremente en grupos porque a diario ingresan no menos de 30 y salen con las bolsas llenas de harina precocida, aceite, arroz, azúcar, papel sanitario y todo lo que nosotros no conseguimos”, afirmó León.
Petra Laya, por su parte, llamó la atención sobre las personas de la tercera edad que pasan horas parados esperando que les permitan entrar a hacer sus compras.
“Pero a veces cuando ellos logran entrar al Mercal no encuentran nada porque los cubanos se lo han llevado todo y eso no es justo que sigan pisoteando a los venezolanos y prefiriendo a los extranjeros”, enfatizó.
Insistieron en la necesidad de buscar solución al problema que se le presenta a los jefes de familias que debían comprar los lunes pues un solo día no es suficiente.
“El racionamiento que han sufrido los cubanos durante tantos años ya lo estàn imponiendo en Venezuela, al menos en este Mercal”, dijo Máyorly Antiullano, quien se vino de madrugada desde Yaritagua con la esperanza de conseguir harina para hacer arepas.
Pidieron a quienes dirigen Mercal en Lara les solucionen el problema y que suministren mayor cantidad de productos al establecimiento, además de aligerar la atención al público para que el sacrificio de acudir en busca de los alimentos para la dieta diaria no continúe siendo un sacrificio, sobre todo para las personas de avanzada edad.