El relevista venezolano Yoervis Medina había visualizado que quizás este sería su año para debutar en Grandes Ligas. Al final del spring training tuvo una ligera decepción, tras ser asignado al equipo Triple A de los Marineros de Seattle, pero esa situación no lo sacó de concentración y fue su enfoque en progresar lo que posteriormente le brindó la posibilidad de cumplir su cometido.
“Fue duro cuando me asignaron a las menores al final de los entrenamientos”, cuenta al hilo telefónico en conversación con EL IMPULSO desde Estados Unidos.
“Cuando me lo comunicaron no fue fácil, pero el manager se me acercó y me dijo que cuando se presentara el chance yo era la primera opción. Y así fue, desde que me llamaron solo he tratado de hacer bien las cosas, trabajar fuerte y mantener el enfoque”.
Medina, de 25 años, tiene una campaña debut de ensueño y se ganó por completo la confianza del manager Eric Wedge, gracias a sus sólidas presentaciones como relevista corto del conjunto naviero (tiene efectividad de 2.93 en 38 juegos).
“Además del enfoque y la concentración, la clave creo que ha sido mantener la bola bajita. En este nivel los errores se pagan caro, así que debo estar siempre controlado”, relata el oriundo de Puerto Cabello.
Medina se ha apoyado en una recta pesada para atacar a los bateadores y su repertorio lo completa con una excelente slider, además de utilizar el sinker bien adentro del plato para incomodar a sus oponentes.
“Los pitcheos rompientes (slider y sinker) son los que me han ayudado a mantenerme. En Grandes Ligas no puedes vivir solo de la recta”, analiza.
Dugout soñado
Para el carabobeño es un orgullo compartir con tantos venezolanos en los Marineros de Seattle y agradece la oportunidad que tiene de aprender cada día de sus compatriotas, sobre todo de Félix Hernández.
“Estar aquí junto a todos ellos es motivo de orgullo. Trato de disfrutarlo al máximo y aprendo cada día de ellos”.
Para Medina es la escuela ideal. Contar con el apoyo y los consejos de uno de los mejores lanzadores de la actualidad (Félix Hernández) y un receptor especialista en llamar juegos de forma magistral (Henry Blanco), es un verdadero privilegio.
“Félix me ha dicho que tengo las herramientas para convertirme en un buen cerrador en el futuro… Eso me llena de orgullo, pero también me compromete a continuar con el trabajo fuerte. Cuando conseguí mi primer salvado me felicitó”.
Recientemente se incorporó a los Marineros el receptor Humberto Quintero, quien comparte la posición con el veterano Blanco. “Contar con dos catchers venezolanos en el equipo me facilita todo, siempre hablamos de las situaciones de juego y como debo afrontarlas. Ellos forman parte importante del éxito que he tenido”.
Además, en el equipo se encuentra el jardinero Endy Chávez y el también relevista de Danny Farquhar, quien fue su compañero con el uniforme de Cardenales en la LVBP.
Confianza plena
El cuerpo técnico de Seattle tiene confianza plena en el arsenal de Medina. El estratega Wedge, el coach de pitcheo, Carl Willis, y el coach de bullpen, Jaime Navarro, insisten en hacerle saber al venezolano que solo debe hacer su trabajo y no esforzarse más de la cuenta.
“El manager no me pide que cambie nada. Siempre me dice, ‘haz lo que sabes hacer’. El coach de bullpen si está un poco más pendiente de la mecánica”, relata.
Algo cansado
Medina recibió cuatro carreras limpias en dos presentaciones entre los días 26 y 27 de julio. El diestro, de humeante recta, atribuye el ligero bajón en su rendimiento al cansancio que tenía esa semana. “Fueron dos malas presentaciones, pero solo eso. Estaba un poco cansado, pero ya me recuperé y me siento bien físicamente”.
El tirador se ha convertido, junto a Luis Avilán (Bravos de Atlanta) y Alex Torres (Rays de Tampa Bay), en uno de los más sólidos relevistas de la camada criolla en las mayores.
Medina reconoce la gran labor de sus compatriotas. “Han hecho un gran trabajo. He tenido la oportunidad de verlos en par de ocasiones y la verdad es que andan muy bien”.
Quiere jugar
A pesar de acumular 40 entradas en lo que va de año, Medina tiene la intención de lanzar con Cardenales de Lara en la Liga Venezolana de Béisbol Profesional. Sin embargo, espera conversar con el alto mando de los Marineros antes de anunciar una decisión.
“Espero el momento oportuno para hablar con el gerente y gestionar mi permiso para jugar con Cardenales. Quiero jugar en Venezuela y ganar más experiencia en esa liga”, señala.
“Se que debo descansar porque es una temporada larga, pero espero jugar cerca de un mes o mes y medio. Los más probable es que sea para el final de la temporada (diciembre); será difícil estar desde el arranque por la cantidad de trabajo que tengo con los Marineros”, finalizó.
