Como en 2008, el yaracuyano Carlos Ochoa selló una corona sufrida, con su principal rival -Juan Murillo- muy cerca en el casillero general y sin poder respirar tranquilo hasta el cruce de la raya final, en la avenida Bolívar de Caracas.
El oriundo de Nirgua superó apenas por 5 segundos a Murillo, una misión para la que contó con el apoyo de un sólido equipo como el Androni y la colaboración de otras escuadras que se unieron circunstancialmente en carretera cuando llegaron los ataques de Lotería del Táchira y Gobernación de Mérida.
El yaracuyano vivió una situación similar a la ocurrida hace cinco años, cuando alzó por vez primera el trofeo de campeón. En aquella ocasión, Ochoa llegó a la jornada final con una ventaja de apenas tres segundos, delante de un corredor con capacidad para entreverarse en los premios bonificables, pero su equipo controló la situación y lo llevó al trono.
Mérito enorme para Ochoa, un corredor que, con resultados, demuestra crecerse en los momentos claves. Pero también gran trabajo de su equipo para neutralizar la fuerza mayoritaria de tachirenses y merideños.
“Quiero en primer lugar agradecer a Dios por permitirme estar otra vez en el podio como campeón de la Vuelta a Venezuela, quiero agradecer al equipo, ellos trabajaron incansablemente para lograr este campeonato”, reconoció el ciclista de 32 años, una vez quedó oficializado como nuevo rey de la prueba.
Ochoa une un segundo título de giro nacional a un palmarés que incluye una corona en Dominicana, aunque sigue sin tener, al menos, un podio de giro tachirense.
