Decenas de personas de diversos sectores de la sociedad larense salieron a marchar la tarde de ayer en apoyo a las universidades por la crisis que enfrentan. Caminaron desde el rectorado de la Ucla, hasta el santuario de Santa Rosa, donde monseñor Antonio José López Castillo, arzobispo de Barquisimeto, oró en la plaza por el cese el conflicto.
Desde las dos de la tarde comenzaron a llegar al rectorado estudiantes, profesores, empleados y obreros de la Ucla, además, de integrantes de la Unexpo, Upel y UCV. También asistieron dirigentes de diversos gremios del estado.
La presidenta de Apucla, Déborah de Valecillos comentó que el apoyo de la sociedad civil, deja claro que la universidad no es una isla, sino que el conflicto es un problema que preocupa a todos por igual. “Queremos que todos unidos salgamos en defensa de la pluralidad y la autonomía, que el conflicto universitario no se apague, estamos comprometidos con las universidades, pero cómo se desarrolla el futuro si no se les invierte, así no podemos transformar el país”.
Comentó que el gobierno juega a que haya conflictos internos, pero instó a las comunidades universitarias a no caer en ese juego.
“Debemos ser inteligentes y no caer en el terreno que quiere el gobierno, aquí debe prevalecer el interés y beneficio de las universidades”.
Eduardo Mendoza, presidente de Aproupel, explicó que la sociedad civil decidió salir a la calle porque el problema no es solo universitario, sino de todos los larenses, porque en todos los hogares hay jóvenes que estudian en la universidad o niños que estudiarán.
“Estamos luchando porque haya universidades autónomas, libres y para eso debemos hacer valer nuestros derechos”.
Héctor Moreno, secretario de la Asociación de Profesores de la UCV, expresó que asistieron a la marcha en respaldo a las universidades autónomas de Lara, y en defensa de sus ideales. “Debemos defender nuestra convención colectiva, si escuchan nuestras peticiones el conflicto terminará, de lo contrario seguiremos”.
Luis Castillo, secretario general del Sindicato de la Economía Informal en Lara, aseguró que todos los gremios que hacen vida en la región están apoyando a la universidad. “Las universidades han sido atropelladas al no ser incluidas en la discusión del contrato colectivo”.
Argenis Aguilar, del Sindicato Unitario del Magisterio en Lara, (Sumalara) dijo que los recursos que se le han asignado a las universidades no son suficientes. “Las universidades no tuvieron voz ni voto en esa discusión del contrato colectivo, simplemente estuvieron presentes, pero el gobierno no les permitió hacer sus planteamientos”.
Héctor Contreras, de la CTV, sostuvo que ellos no solo han sido solidarios en las palabras, sino que lo han hecho con acciones. “Nosotros también llevamos 14 años en lucha, el gobierno solamente negoció con algunas, pero ahora tiene que sentarse con las autónomas”. La actividad finalizó con un concierto Un canto a la universidad, por parte de la Orquesta Pequeña Mavare.
Estudiantes solidarios
También los estudiantes de diversas casaS de estudios asistieron a la marcha de la sociedad civil por las universidades.
Quienes fueron, lamentaron que no asistió un mayor número de estudiantes. Estuvieron presente algunos bachilleres que estudian en universidades privadas, quienes expresaron que aunque el conflicto no los afecta directamente fueron para apoyar a las universidades públicas donde sÍ estudiaron sus padres y demás familiares.
Edwuard Alizo, estudiante de Lengua y Literatura en la Upel, sostuvo que lo último que quiere el país es tener profesores adoctrinados. Rechazó las intenciones del gobierno de instaurar una convención única que, según su visión, atenta contra la autonomía universitaria.
“Rechazamos las acciones del gobierno, porque las 18 mejores universidades del país quedaron fuera de la convención colectiva, entre ellas tres larenses, como son la Ucla, Upel y Unexpo; que forman profesionales con prestigio a nivel internacional”.
Jesús Rodríguez, estudiante del cuarto semestre de Comunicación Social en la Universidad Fermín Toro, lamentó la poca presencia de estudiantes de las universidades públicas, que son las que están enfrentando el problema. “Estoy apoyando a nuestras auniversidades, pero lo que más me impresiona es que no hay un presencia nutrida de estudiantes de esas casas de estudios y eso es negativo. A mí no me perjudica directamente el conflicto, pero debemos salir a la calle porque el conflicto universitario es de todos, debemos denunciar la mala gestión de los gorbenantes de turnos que está afectando al sector universitario”.
Rosa Escalona, estudiante del noveno semestre de Educación Especial en la Upel, expresó que no es justo que se incremente el monto de las becas a los estudiantes de las universidades creadas por el gobierno a 1.200 bolívares, mientras que al alumnado de las tradicionales se las dejaron en 400.”