Después de apuntar alto a lo largo de las pruebas preliminares, María Betancourt confirmó el jueves su potencial y consiguió la mejor marca de la historia de Venezuela en los clavados de plataforma individual, al finalizar séptima en el mundial de natación.
La oriunda de Maracay, que exhibió una gran consistencia a lo largo del certamen, firmó una puntuación final de 328.35, a 63.80 unidades de distancia de la campeona, la china Si Yajie, y sólo 30.5 puntos detrás del tercer lugar del podio, propiedad de la ucraniana Iuliia Prokopchuk.
La plata fue para la también china Chen Ruolin, con 388.70 puntos.
Betancourt fue de menos a más en el mundial, consiguiendo puntuación de 309.30 en la prueba preliminar, 314.65 en las semifinales y totalizando su mejor marca en la final.
«Siento que competí muy bien, excelente. Estuve un poco floja en la entrada del último salto, pero mejoré mis resultados. Creo que cada vez fui compitiendo con más confianza», comentó una emocionada Betancourt, poco antes de recibir las efusivas felicitaciones de sus compañeros de equipo. «Ahora toca seguir entrenando y competir aún mejor en los próximos Juegos Bolivarianos, en Perú», remarcó.
La joven de 18 años rayó a un nivel superior al de otras clavadistas más consagradas como la mexicana Alejandra Orozco, medallista de plata en Londres 2012, quien acabó como 11ra clasificada. «Sí, en esa parte me siento muy contenta porque ella viene de triunfar en una competencia olímpica. Como dije siempre, todo puede pasar en una final», valoró Betancourt
La mejor clasificación hasta ahora para Venezuela en clavados era el décimo puesto en trampolín de tres metros de Joselyn Castillo el año pasado en Londres. En modalidad varonil de sincronizados, la dupla formada por Ramón Fumado y Luis Villarroel sí consiguió un sexto lugar en el mundial de 2005.
«Fallamos un clavado importante, el segundo, que tiró para llegar a los nueve puntos; pero se quedó en los 5.5 y 6. Allí creo que se nos fue la posibilidad de luchar por el podio, pero lo rozamos por momentos y estoy muy feliz», manifestó radiante el entrenador de la clavadista, Alfredo Borges. «Con este resultado, entra en los ocho mejores del mundo y clasifica a Venezuela por primera vez a la serie mundial. Ojalá nos sirva para tener más apoyo de cara a los Juegos Olímpicos de Río de Janeiro».
El preparador valoró el hecho de que su pupila siguiera una trayectoria ascendente en el Barcelona, pero mantuvo la exigencia de cara a la consecución de objetivos aún más ambiciosos en Brasil.
«Estoy muy contento, pero aún le veo mucho margen de mejora. Tenemos que incrementar el grado de dificultad, la acrobacia, la musculatura y la elasticidad. Para el año que viene debemos tener dos clavados nuevos que la ayuden a puntuar más alto en las competencias», apuntó.
La presión era fuera para Betancourt, como demostró el nutrido grupo de aficionados y demás atletas venezolanos que pobló las gradas de la piscina municipal de Montjuic. «Vinieron todos a apoyarla, y ella debió sentirlo. Este mundial le va a ir muy bien para agarrar más confianza y, cuando se foguee un poco más, todo le va a resultar mucho más sencillo», concluyó Borges.