Miguel Ubeto acompaña a la caravana de la Vuelta a Venezuela, aunque lo hace desde un lugar distinto al que acostumbra.
No rueda dentro del grupo, ni está montado sobre pedales. Los trayectos los hace dentro de un vehículo y al finalizar las etapas asume un rol poco conocido: el de anunciador.
Ubeto toma el micrófono y le da luces a los aficionados sobre la identidad y palmarés de los corredores que suben al taco de honor para recibir premiaciones. Todo obedece a una iniciativa de la Federación Venezolana de Ciclismo para apoyarlo y ayudarlo a salir adelante en el proceso que vive por el consumo de sustancias prohibidas, algo que aclaró “no fue para mejorar mi rendimiento, sino que por un tratamiento médico tras la operación a la que fui sometido por una caída”.
Dice tener nostalgia. No es lo mismo ver los embalajes desde una tarima, que desde el propio sitio de pelea. “Son momentos difíciles”, admitió.
“Cuando vi cruzar a Jackson Rodríguez, enseguida se vinieron a mi memoria los momentos de la Vuelta a Venezuela anterior, cuando tomé el liderato aquí en Barquisimeto, y eso, no lo puedo negar, me enfrió el guarapo, como decimos en criollo, pero aquí estoy, asumiendo esto que no ha sido fácil, pero que lo manejo con mayor tranquilidad y a la espera de lo que será la decisión final de la UCI”, confesó el corredor de 36 años.
Ubeto falló en un control por la sustancia GW1516, producto que consumió como parte de un tratamiento médico, luego de su operación de clavícula por una caída sufrida en la Vuelta al Táchira. Destacó que “no lo hice de forma voluntaria, porque no soy un loco. Cómo voy a incurrir en dopaje después de 17 años de carrera, de un subcampeonato panamericano, de un título en el ranking América Tour y de paso llegando a un equipo élite como el Lampre. No tengo necesidad de eso”.
Sobre el caraqueño pesa una suspensión temporal, a la espera de una resolución definitiva del ente mundial encargado de administrar al ciclismo.
“Yo estoy preparado para lo peor y la sanción en este tipo de casos es por dos años. Envié unos documentos y otros elementos para tratar de que el castigo sea por menos tiempo o haya una exoneración, aunque yo estoy claro que no me voy a retirar por esto y sea cual sea el tiempo, voy a volver, porque no me puedo marchar por la puerta de atrás”, indicó el ciclista, que lamentó no haber podido correr el Tour de Francia, porque “había un 80 por ciento de posibilidades de integrar el equipo del Lampre”.