“No es justo que la gente pague hasta 40 bolívares por un kilo de tomate en los supermercados”, dijo Valentina Querales, presidenta del Instituto para la Defensa de las Personas en el Acceso a Bienes y Servicios (Indepabis), en el estado Lara, en el proceso de inspección que se desarrolló ayer en horas de la tarde en el Mercado Mayorista de Barquisimeto (Mercabar).
Una comisión que era integrada por 30 personas, entre funcionarios del instituto y efectivos de la Guardia Nacional Bolivariana, llegaron al mediodía para realizar una inspección sobre la cadena de distribución que se despliega en torno a las hortalizas, especialmente sobre la cebolla y el tomate.
“Nuestros productores, sobre todo los larenses, están vendiendo el kilo de tomate a 10 bolívares en promedio; entonces, no es justo que los usuarios estén pagando hasta 40 bolívares en un abasto o supermercado”, dijo, “eso es especulación, y se genera la inflación”.
Querales está convencida que la cadena de distribución de estos rubros, supuestamente plagada de intermediarios, es lo que hace incrementar el precio final al cual tienen acceso los consumidores en los locales comerciales.
“Estos son dos productos declarados de primera necesidad, y que están incidiendo altamente en los índices de inflación”, dijo la directora del instituto sobre el por qué de la inspección sobre esos productos, “¿por qué Mercabar? porque es el centro de acopio más grande a nivel nacional y de donde se surte todo el país”, explicó, sobre las razones de la actuación del organismo que dirige.
Querales indicó que la inspección constaba de realizar preguntas a los productores y compradores sobre el precio en que eran ofertados los productos, para así determinar las causas y los responsables de la supuesta especulación.
Al ser consultada sobre un precio, o banda de precio, que podría considerarse como justo, Querales expresó no representar al organismo encargado para establecer esta norma; sin embargo, considera “injusto” el precio que se ofrecen estos rubros al consumidor, “cuando ves la diferencia en que venden los productos aquí y cómo se ofrece en los establecimientos, te das cuenta que hay especulación”, concluyó.
Advirtió que este proceso se volverá rutinario a fin de evitar el aumento en estos productos.
Para finalizar, varios productores indicaron estar vendiendo el kilo de tomate entre los 13 a 15 bolívares, y hasta 350 por cada cesta, “ellos quieren eliminar la inflación, pero no saben lo que se debe sufrir para encontrar la semilla”, dijo uno de ellos que no quiso ser identificado, “en Agropatria no se consigue nada”, concluyó.
