Francisco Cañizales Verde en EL IMPULSO: Nuestra sociedad está despertando

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El abogado, docente y columnista, Francisco Cañizales Verde, quien fuera jefe de redacción de este rotativo entre 1954 y 1956, visitó la sede de EL IMPULSO para compartir aspectos de toda una vida llena de anéctodas. Así mismo, ofreció su apreciación sobre la realidad de entonces, el panorama actual y el inevitable giro que tomará el país hacia un mejor rumbo. En compañía del director de EL IMPULSO, arquitecto Juan Manuel Carmona, y el jefe de redacción, José Ángel Ocanto, el profesional del derecho se remontó a los primeros años de su vida, la cual comenzó en 1927 en Cuicas, estado Trujillo.

¿De dónde es su familia?

“Mi madre era de Carora, pero aún muy joven se mudó a Cuicas, donde se enamoró de mi padre, quien era agricultor. Allí permanecimos hasta que llegué al tercer grado de primaria. Luego mi madre se mudó a Trujillo para que yo y mis hermanos continuáramos los estudios. Cursé el resto de la primaria en la escuela Cristóbal Mendoza. En cuanto al bachillerato, una parte lo hice en Boconó y la otra en Valera, en el Colegio Federal de Varones. Efectué el preuniversitario en el liceo Baralt en Maracaibo y cursé estudios superiores en la Universidad del Zulia. En todo ese tiempo, mi madre se quedó en Trujillo, mientras mi padre sólo venía los sábados de cuidar su finca en Cuicas. Éramos ocho hermanos, cuatro hembras y cuatro varones. Yo soy el menor.

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¿Anécdotas de su infancia?

“En Trujillo, cuando terminé sexto grado de primaria, participé en un concurso de Andrés Bello y gané, lo cual me llenó de emoción, pues sólo tenía 14 años y representaba a todo el estado. Como anécdota también recuerdo que en Valera, preparándonos para un estudio de los reptiles en segundo año de bahillerato, me habían encomendado cazar un lagarto, lo cual hice, para luego meterlo en una bolsa que cosí. Cuando lo llevé al colegio, lo puse a un lado de mi asiento y un compañero cortó los hilos con una hojilla. El lagarto se soltó, salió corriendo y se le metió por el pantalón al profesor, quien no sabía qué le pasaba. Cuando volvió la tranquilidad, el maestro dijo: ‘Ustedes han visto algo solemne en esta aula. El que sea culpable de esa acción que se confiese, porque quien dice la verdad es premiado’. Entonces me levanté y le dije: “Cumpliendo con lo encomendado para la práctica, traje al animal en una bolsa, pero por su propio esfuerzo se liberó y llegó a usted, si he cometido alguna falta, soy el responsable, no castigue a nadie del curso, pues fue obra de la casualidad’. El docente respondió: ‘Joven. Tranquilo. Al que dice la verdad, no se le castiga’”.

¿Por qué se hizo abogado?

“Mi abuelo materno, Francisco Verde Gallardo, quien me crió, era procurador judicial. Se trataba de un grado anterior al de doctor que la entonces Ley de Abogados y Procuradores facultaba para ejercer la profesión de abogado. Esa especialidad ya no existe. Antes un bachiller estudiaba tres o cuatro años de derecho, mientras que la titularidad requería seis años. Mi abuelo había perdido un ojo en una gallera en Carora y no veía muy bien. Yo era quien le seleccionaba los códigos y se los llevaba al tribunal. Eso me motivó a estudiar derecho, el cual no pude ejercer, porque cuando mataron a uno de mis hermanos, Luis Cañizales Verde, en el Liceo de Caracas, decidí dedicarme a la docencia.

Entonces abrieron el Pedagógico, donde estudié para hacerme profesor. Cuando terminaba el profesorado, la universidad me llamó y trabajé allí por 40 años, de 1929 a 1969”.

¿Cómo llegó a Barquisimeto?

“Estuve tres meses detenido en Trujillo. La causa principal era la persecusión política. Ya era reincidente por cuestiones estudiantiles en LUZ. El gobernador del Zulia, Atilo Araujo, se molestó mucho porque yo había asumido la acusación de un policía estadal que había matado a alguien. Lo dejé con auto de detención y por eso me acusaron de varios cargos, entre ellos que era borracho, y me detuvieron. Nunca he ido a un botiquín y puedo dar testimonio de dos cosas, que jamás he fumado, ni tomado alcohol. En aquella época te trasladaban a otros estados, y a mi me dieron a elegir entre Amazonas, Bolívar y Lara. Elegí Lara. Todos los sábados a las 9:00 de la mañana debía presentarme en la sede de la Seguridad Nacional en lo que era la Casa de La Moneda. Tenía 24 años cuandó llegué a Barquisimeto, donde abrí un escritorio de abogado en 1953. Ese mismo año me casé con una prima de nombre Ana Graciela, quien falleció. Soy casado en segundas nupcias”.

¿Cuándo ingresó al diario?

“Un día pasó un hombre con un sombrerito y en bicicleta, se detuvo frente a mi escritorio y leyó la placa que me identificaba. Entonces entró para preguntar si yo era Verde caroreño, a lo cual respondí que sí. Luego le pregunté si él también era de Carora, y el señor respondió que sí, añadiendo que había conocido mucha gente de apellido Verde que había estado ligada a EL IMPULSO. Se trataba del director de este diario, doctor Jesús Carmona.

Al principio no lo creía, pero seguimos hablando. Al día siguiente volvió a la misma hora, y me contó que un tal Ulises Leal había demandado al diario por haber publicado un artículo sobre una fábrica clandestina de licor que supuestamente manejaba el demandante. Le aclaré que si no leía el expediente, no podía dar testimonio, sugiriéndole que debía leer el diario del tribunal para informarme. Fuimos al tribunal y noté que había una confusión, pues se había introducido una pequeña acción de derecho privado, pero el juez Ramiro Montesino se había equivocado registrándolo como un caso de derecho público, por lo que apelamos la decisión, lo cual patrociné. Al día siguiente el tribunal falló a nuestro favor. Le dije al doctor Carmona que ya no pasaría nada, pero le recomendé que permitiera al demandante usar el diario como tribuna.

A los pocos días el director de EL IMPULSO volvió a mi escritorio a exigirme que aceptara la jefatura de redacción del diario, pues ya lo había hablado con el doctor Juan Carmona. Le advertí que yo era un perseguido político confinado al estado Lara sin saber cuándo me podrían detener. Aun así, él insistió y me dio condiciones muy buenas. Al poco tiempo de ser nombrado, en 1954, el gobernador de Lara, comandante Carlos Morales, uno de los hombres más honorables que he conocido, me advirtió sobre una carta que le había enviado el gobernador de Trujillo, quien no estaba de acuerdo con mi nombramiento por parte de una empresa privada. La ayuda del gobernador Morales se repetiría en varias ocasiones más en diferentes circunstancias. Todo lo bueno que me ocurrió desde entonces, se debió a EL IMPULSO. Llegué a tener muchos contactos e incluso me gané la amistad de Monseñor Benítez, entonces Arzobispo de Barquisimeto, quien solía pedirme que lo acompañara para, entre otros menesteres, dar pésames, debido a que yo no fumaba, ni bebía. Así pasé dos años en la redacción del diario hasta 1956, cuando renuncié, con consentimiento de don Jesús, pues yo consideraba que ya estaba molestando mucho al periódico, el cual fue una gran escuela”.

¿Cómo era EL IMPULSO?

“En aquella época el periódico no salía los domingos, y los sábados se hacía la edición del lunes. Y había una norma: nada contra la religión y nada contra los curas, la cual existía desde el fundador y don Jesús Carmona cumplía al pie de la letra. Él era un eminente técnico, actualizado con lo último en información y equipos para periódicos. A veces necesitaba que me aprobara algo, y lo encontraba debajo de un linotipo.

Era un hombre de gran puntualidad. Por otra parte, EL IMPULSO era el primer café de los barquisimetanos y el diario más querido en la región. Pienso que los domingos la gente soñaba con despertar vivos el lunes para poder leer el diario.

El IMPULSO fue el primer periódico de provincia en salir con cien páginas y poseía un imprenta que permitía hacer ediciones a color, además de un teletipo que era una maravilla, porque allí oíamos informaciones extraordinarias que ocurrían en Caracas, y nos llegaban de Nueva York. Una vez recibimos una información sobre una bomba que le habían colocado a Rafael Caldera en su casa, la cual casi los mata a él y a su hija, pero eso nunca se publicó. El 13 de marzo de 1956 fui detenido junto al doctor Carmona, luego de que publicáramos una información sobre un golpe de estado en Perú, debido a la censura que reinaba entonces en Venezuela por el régimen del dictador Marcos Pérez Jiménez. Sin embargo, varios medios impresos nacionales protestaron por nuestra liberación. También fui privado de libertad tras la publicación de una página en EL IMPULSO sobre Andrés Eloy Blanco con información de cables internacionales”.

¿Qué nos depara el futuro?

“Yo protesté el 23 de enero de 1958, por lo cual fui detenido y enviado a prisión en Ciudad Bolívar, de donde salí al día siguiente. Ese mismo año llegué a ser el primer procurador general del estado Lara en la era democrática, cuando Eligio Anzola era gobernador de la entidad. En Venezuela sólo ha habido un periodo democrático, de 1958 a 1998, durante el cual dos presidentes de la República fueron enjuiciados, los tribunales funcionaban, se respetaban todas las tendencias en el Congreso, la prensa y la autonomía universitaria. En Venezuela hay que tener esperanza, porque las circunstancias de ostracismo político que vivimos pronto serán cambiadas, cuando el pueblo así lo decida”.

Twitter Foro

@OttoNavas ¿Qué opina sobre la tergiversación de la historia contemporánea en los textos escolares del Ministerio de Educación?

“Nuestra historia debemos revisarla y mejorarla cada año, cada espacio de tiempo que el hombre ha vivido da para una transformación que debe ser contada. La historia es la ciencia del hombre del momento que realmente está viviendo, no la que el gobierno de turno quiera plasmar como manera de adoctrinar pensamientos. La historia es para crecer, avanzar, y no para retroceder”.

@AlejandroRuiz ¿Cuál es su visión de la situación actual universitaria?

”Las faltas cometidas por el régimen actual son muestras claras de lo que no es una democracia plural donde se respeten todos los pensamientos. El actual gobierno es opuesto a toda participación de las Universidades en el devenir político, de allí el negarle su desarrollo económico. Este gobierno es opositor a la universidad y a todo desarrollo del ciudadano”.

@miguel_jose_piscitelli ¿Cómo califica la situación actual de la justicia en el país?

“En Venezuela estamos viviendo la desintegración técnica de la justicia porque los jueces están sentenciando en contra de la legislación actual. Consiguen pruebas pre fabricadas, ya no se aplica el debido proceso. El ejemplo claro ha sido el de la jueza Afiuni, quien fue sentenciada por sicarios con mentalidad de verdugos. Es una vergüenza la justicia actual en Venezuela, tanto así que a los jueces no los vamos a poder nombrar por la pena que nos va a dar. Tarde o temprano los delitos cometidos serán pagados. Hay algo fundamental sin lo cual el hombre no puede vivir, y es la libertad. Ya hay indicios de que nuestra sociedad está despertando. Otro claro ejemplo es la clara ilegitimidad de Nicolás Maduro como presidente de la República, podrá ser constitucional pero no es legítimo, ya que el proceso no fue transparente ni pulcro. Ha sido un proceso totalmente empañado por la ilegalidad y la no transparencia”.

 

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