El vicepresidente estadounidense Joe Biden telefoneó a la presidenta de Brasil, Dilma Rousseff, en un esfuerzo por aliviar las tensiones creadas por la revelación de que Estados Unidos ha recabado información sobre miles de millones de llamadas telefónicas y correos electrónicos en el país latinoamericano, informó el gobierno brasileño.
Rousseff y Biden hablaron durante 25 minutos el viernes por la noche, informó el sitio de internet de la presidencia brasileña.
Después de la conversación, la ministra de Comunicaciones de Brasil, Helena Chagas, dijo a los reporteros que Biden llamó a Rousseff para ofrecerle explicaciones y para «expresar su pesar sobre las repercusiones negativas causadas por las revelaciones».
Chagas dijo que Rousseff aceptó la invitación de Biden a enviar una delegación a Washington para recibir «detalles técnicos y políticos» sobre el caso, pero aún no se ha decidido la fecha del viaje ni la composición de la delegación.
El grupo estaría compuesto por representantes de los ministerios de Relaciones Exteriores, Justicia y Defensa, dijo Agencia Brasil, la entidad oficial noticiosa del país, y el viaje a Washington se concretaría en unas tres semanas.
Rousseff le dijo a Biden que desea que el gobierno estadounidense «cambie sus políticas y prácticas de seguridad», informó la ministra.
«La presidenta le dijo a Biden que no se puede infringir la privacidad de los ciudadanos brasileños ni la soberanía del país en nombre de la seguridad», señaló.
El periódico O Globo reportó hace días que la información filtrada por Edward Snowden, ex analista de la Agencia de Seguridad Nacional (NSA, por sus siglas en inglés), indica que Brasil es el principal objetivo en América Latina del programa dirigido a supervisar las comunicaciones en todo el mundo.
El gobierno brasileño investiga las revelaciones sobre los supuestos vínculos entre compañías de telecomunicaciones de Brasil y de Estados Unidos que tienen presencia en el país latinoamericano.