Piero Trepiccione: El Caracazo fue producto de un desgaste social

Las imágenes a través de la pantalla de televisión eran terribles. El 27 de febrero de 1989 se mostró lo peor de una sociedad. Los saqueos, los incendios, los muertos, dejaron un mal sabor en el pueblo venezolano.
El estallido social se activó justo después de que el 26 de febrero el ministerio de Energía y Minas anunciara el alza en 30% de los precios de la gasolina y el incremento de las tarifas del transporte público urbano e inter-urbano también en un 30% a partir del 27 de febrero, válido para los 3 meses siguientes, después de los cuales podrían aumentarse hasta el 100%.
Las protestas comenzaron el 27 de febrero de 1989 en Guarenas y tal cual como un dominó en caída, pronto comenzarían los problemas en la ciudad de Caracas, de los sectores populares salieron las personas y tomaron las calles de la capital, como una forma de oponerse ante la nueva medida económica que no les favorecía.
Veintitrés años han pasado de un hecho que sacudió al país por completo.
El politólogo Piero Trepiccione comenta sobre qué fue lo que realmente impulsó a estas personas a protestar de la manera que lo hicieron.
«Ciertamente el detonante fue el precio de la gasolina. Pero de manera subyacente como una especie de opinión pública se venía sintiendo que podría salir una explosión social. El problema comenzó a raíz del Viernes Negro (1983, período presidencial de Luis Herrera Campins), y con las erradas políticas económicas que se tomaron», manifestó el politólogo.
– Había pobreza crítica y extrema en el país. En 1989 las condiciones vinieron en un momento muy particular. Cuál era el problema que arrastraba la nación, básicamente un déficit presupuestario producto de la caída del petróleo. Frente a un país acostumbrado al rentismo se necesitaba un gran timón, que la economía dejara de ser rentista y pasara a ser productiva, explicó Piero Trepiccione.
Destacó el analista político que las medidas económicas que fueron tomadas en 1989 en el período presidencial de Carlos Andrés Pérez, tenían cierta lógica, pero produjeron antipatía y rechazo en la población.
«El status quo político seguía gozando de privilegios y era visto por la sociedad como una grosería, un abuso. Lamentablemente todavía seguimos siendo una sociedad rentista».
El gobierno de Carlos Andrés Pérez buscó dar un cambio al liberar la economía, a través de un programa de ajustes macroeconómicos promovido por el Fondo Monetario Internacional (FMI), al que se le llamó «Paquete Económico».
Comprendía decisiones sobre política cambiaria, deuda externa, comercio exterior, sistema financiero, política fiscal, servicios públicos y política social. Sin embargo, la liberación de precios y la eliminación del control de cambio generaron un reajuste sumamente brusco para las personas de menores ingresos.
«Lo que diferencia estas medidas a las otras que fueron tomadas después por Rafael Caldera y Hugo Chávez Frías, es el punto de clímax en materia económica unido a una acumulación de odio y resentimiento que tenía la población venezolana», dijo Trepiccione.
– Se activó una cadena de hechos y habría que revisar el papel de los medios de comunicación social por esos días. Eso tuvo un peso enorme, acotó.
Explicó que los dos primeros años de la presidencia del doctor Caldera, mantuvo una economía populista ajustada al discurso con el que ganó.
Sin embargo, al tercer año lanzó la Agenda Venezuela, que comprendía un paquete económico con programas compensatorios para evitar las frustraciones en el colectivo.
«El Caracazo fue producto de un desgaste social. Cualquier política económica puede tener mucha lógica de ser aplicada, pero por encima de todo ello hay que tener claro los sectores menos favorecidos. La política social debe tener un papel predominante», destacó Piero Trepiccione.
Aún se desconoce la cifra exacta de muertos que hubo en el llamado Caracazo.
Fotos: Archivo