Se busca un Emprendedor – Sin pasión la vida no tiene color

“Es necesario que uno mismo se ponga en juego y arriesgar algo».- Francesco Alberoni
La creación, la innovación, pasan a través de una crisis, una puesta en escena de uno mismo. En la reciente película de Aronofsky, Black Swan, la bailarina es bonísima desde el punto de vista técnico, pero para lograr la perfección tiene que vivir una crisis profunda, salir de ella, encontrar el drama, morir y renacer. Pero todos nosotros enfrentamos el problema a partir de nuestra niñez, cuando la maestra nos interroga, muchos pedagogos son contrarios a los exámenes por que son un trauma. Eso es verdad, pero son indispensables precisamente, porque nos constriñen a preguntarnos que cosa queremos y a tomar conciencia de lo que hacemos.
Existen personas que en el transcurso de sus vidas no cambian el modo de pensar, de sentir y la mayoría de las veces ni siquiera de trabajo. Una vida prudente, donde todo este bajo control, sin riesgos, sin dolores de cabeza, en donde la necesidad de emociones y de pasiones vienen satisfechas apabullándose de música en una discoteca o en una competencia o como aficionado deportivo. Este tipo de persona, sea cual sea la actividad que lleve adelante y sobretodo si esa actividad es ser emprendedor, no podrán inventar, no podrán crear.
El cambio, la innovación, la creación maduran siempre en la necesidad de búsqueda permanente, en la insatisfacción por lo que estamos haciendo, en los riesgos que asumimos. El emprendedor que sigue un camino completamente nuevo se destaca de los otros, que lo ridiculizan y solo después de años admitirán que estaba en el camino justo.
Encontramos así, emprendedores que han cambiado la historia y en algunos casos su vida misma. Así leemos casos ya enunciados en artículos anteriores como, Steve Jobs con su Apple y Pixar, dos caminos completamente distintos, pero ambos llenos de pasión como solo el sabia hacerlo, Eugenio Mendoza que desarrollo tantas actividades distintas entre si, pero producto de una búsqueda permanente.
Son los emprendedores, que no se rinden, creen en si mismos, están convencidos de lo que quieren, hacen los deberes y se hallan dispuestos a superar las dificultades que se presentan en el camino. Creen firmemente en que pueden salir bien del intento, y, posiblemente, en que esta es una aventura sin retorno en la que de lo que se trata es de coger velocidad de crucero para que el proyecto pueda seguir adelante.
Un elemento importante, es gestionar el miedo personal. Todos tenemos temores, pero hay que superarlos. El miedo nos puede bloquear y hacernos perder una buena iniciativa.
¿Y si se fracasa? A levantarse toca. No hay mas remedio, no existen formulas mágicas. Eso si, hay que ser prudentes, pensar mucho las cosas, y, cuando se toma una decisión, lanzarse, asumir riesgos- los justos, claro esta- y retos. Si no, la vida es aburrida.
Quien no lo haga así, y no le eche imaginación y valentía, se quedara al margen.