16 de julio, Día Nacional del Policía

El 16 de julio de cada año es el día más esperado por nuestros funcionarios policiales, ascensos, condecoraciones, desfiles, palabras del primer mandatario regional, en fin, se celebra un aniversario más de nuestra prestigiosa y honrada institución: el Cuerpo de Policía del estado Lara, cuenta en la actualidad con más de cinco mil hombres y mujeres con los rangos de: Oficiales, supervisores y comisionados jefes, comandados por el Comisionado Agregado (CPEL) Lcdo. Luis A. Rodríguez Aranguren, Director General del Cuerpo de Policía del estado Lara.
En esta fecha enaltecemos a quienes día a día prestan su arduo e incondicionado servicio, garantizando la paz, el sosiego, protección y el resguardo a lo largo y ancho de nuestra geografía estadal.
Hoy más que nunca se conoce como una profesión insigne, de resguardar al débil, al inocente de cualquier tipo de agresión, convirtiéndose en un ser especial, altruista, líder, revestido de autoridad, confianza, humanista, defensor de los derechos humanos, cauteloso en sus desempeños, dispuesto siempre a tener una actitud positiva, enérgica, vigorosa, una comunicación asertiva, un comportamiento íntegro e impecable, pero sobretodo un ejemplo a seguir en la comunidad, por lo que, debe estar todo el tiempo actualizado, tanto en lo intelectual, como en lo físico ya que es visto como un héroe, un salvador, debido a que su tiempo está ilimitado al servicio de los demás, sin horario de trabajo, en algunos casos pasa días enteros sin volver a su residencia, sin estar con su núcleo familiar, con la única satisfacción del deber cumplido. Es de resaltar que dentro del seno policial, se cuenta con un valioso talento humano ampliamente formados y capacitados, profesionalmente tales como: Doctores, magísteres, licenciados, profesores, abogados, contadores, ingenieros, técnicos superiores universitarios, entre otros. Pero ante todo con grandes valores intrínsecos, como la responsabilidad, humildad, espíritu de trabajo, cooperación, solidaridad, lealtad, abnegación, mística y vocación de servicio, lo cual hace más noble e importante esta digna profesión policial.