Las prótesis mamarias PIP, tristemente célebres por su manufactura intencionalmente defectuosa, tuvieron durante 2 décadas en Venezuela un mercado idóneo. Este lunes, la Organización Mundial de la Salud confirmó que el país es el segundo en el mundo en número de usuarias: 33.000 es la cifra de venezolanas que adquirieron las PIP. Sólo el Reino Unido supera ese número, con 40.000 prótesis vendidas en el mismo lapso.
Jesús Pereira, presidente de la Sociedad Venezolana de Cirugía Plástica,Reconstructiva, Estética y Maxilofacial, explicó que las prótesis que el año pasado se retiraron del mercado, al detectarse que eran fabricadas con silicona industrial no autorizada para uso médico, fueron ampliamente comercializadas pues cumplían con los estándares de calidad. Por lo menos, los visibles. «Las prótesis se evalúan en función de su cubierta, consistencia y forma.
Las PIP cumplían y, además, ofrecían precios más económicos. Por eso llegaron a ser las terceras más vendidas en el mundo», dijo.
Para el especialista, la cifra de la OMS se aproxima a los cálculos que la sociedad había realizado acerca del número de prótesis importadas en el país por Galaxia Médica, casa distribuidora que ahora deberá asumir el costo de la reposición de los implantes, de acuerdo con la medida cautelar que el TSJ emitió el 7 de junio.
Nakary Fleming, activista del grupo de afectadas por la situación, concuerda. «En diciembre abrimos un registro nacional y 5.000 mujeres dieron sus datos en búsqueda de una solución, pero estimábamos que las afectadas seríamos más de 30.000», indicó.
Burocracia
30.000 no es la cifra real de afectadas por los implantes defectuosos. Jesus Pereira aclara que, de acuerdo con información del fabricante, la alteración se produjo sólo en lotes fechados entre 2007 y 2009. Eso reduciría el número de perjudicadas a la mitad, señala. Y muchas ya habrían costeado por su decisión la sustitución de los implantes.
Fleming asegura que por lo menos 20% de las registradas lo hicieron: «No hemos contado con el apoyo necesario del Gobierno y este problema no admite burocracia. Muchas mujeres decidieron asumir los costos porque no podían esperar tanto tiempo sin saber si el implante les haría daño. La demanda prosperó, pero fue un proceso lento».
Por su parte, Pereira considera que un 70% de quienes se implantaron los PIP ya se sometieron a cirugías. Y es sobre esa cifra que trabajará la sociedad de cirugía plástica en cumplimiento de la orden del tribunal que obliga a los médicos de las clínicas a sustituir sin costo los implantes PIP.
«La decisión ordena el cambio exclusivamente de las prótesis rotas, y sobre ellas trabajaremos. Este miércoles, sostendremos una reunión y esperamos que el Ministerio de Salud establezca el protocolo de acción en este caso. Estamos dispuestos a colaborar como una medida de contribución social», expresó.
Venezuela no fue sólo el primer país de Latinoamérica en usuarias de los implantes; también superó a Francia, donde radicaba el fabricante Poly Implant Prothèse. En la nación europea fueron 30.000 las usuarias.
Pereira no se sorprende con el dato: «Nuestras mujeres se caracterizan, entre tantas cosas, por buscar la perfección de su cuerpo». En el país se realizaron cerca de 40.000 mamoplastias de aumento en 2011, de acuerdo con cálculos de la Svcprem. Asegura que esa realidad no cambiará a pesar de lo que sucedió con las PIP, pues en el país se comercializan cerca de 15 marcas más, con tecnología francesa, holandesa, alemana y algunos de manufactura latinoamericana.