Por la puerta del sol – La caja de los males permanece abierta

La flor de la esperanza sigue retoñando con la fe puesta en el milagro que Dios dejó en suspenso…
Los políticos son como la caja de Pandora, cuando llegan al poder sale a flote toda su ferocidad, sus mentiras, intolerancias, complejos y avaricia de sus almas.  Ante la frustración el pueblo se rebela, surge el descontento, se aferra  a la esperanza de no volver a sufrir el efecto de los males que dejara la vieja Caja de Pandora. Los golpes le han enseñado que la lucha es imparable. Ante  el engaño del hombre cuya gestión de apariencia buena y justa, fue capaz de ocasionar los más grandes desastres conduciendo la nación a consecuencias nefastas, difíciles de solucionar, lo ha obligado a pensar en todo lo que ha perdido y lo que se hace necesario rescatar y cambiar.
Nunca está de más repasar la historia para comprender las cosas que nos pasan en la vida y nos llenan de preguntas. Palabras, refranes, metáforas, parábolas y escritos expresados en lenguaje alegórico, coloquial o mitológico, tienen un significado específico. La manera simbólica de decir las cosas encierra un principio moral elevado, que se desprende de la cultura de los pueblos, de su historia, luchas y sucesos. Allí podemos encontrar la mezcla de las pasiones y dichas del ser humano, sus errores, triunfos, sangrientas derrotas o insípidas victorias. Los enigmas, mitos y  misterios, la exégesis de los sueños, el esfuerzo sublime del héroe, lo arcaico y las creencias forman parte de los símbolos y alegorías que  fácilmente penetrar la realidad que se encuentra en las grietas, sombras, intersticios e insondables honduras del alma del hombre y de los pueblos.
En el hogar, el matrimonio y la política se utilizan mitos como el de la Caja de Pandora.
Para Hesiodo la Caja de Pandora tiene un significado  moral, irónico y satírico; este poeta fue quien otorgó una estructura vinculada a los mitos griegos y amplió las parcelas de la creatividad humana; no dejó pasar por alto en sus conclusiones, la presencia de los males  y fuerzas oscuras que envuelven al hombre. Homero por su parte enseña en sus obras la Ilíada y la Odisea el poder de la venganza, la mentira, la envidia y ambición como los peores males que arrastran la humanidad a la desgracia, la crisis y el sufrimiento.
La esperanza es la necesidad a la que se aferran los pueblos para superar los males que le acosan y hacen daño.
Erase una vez un pueblo que aburrido de los errores y corruptelas del pasado, creyó que con el nuevo camino elegido se cerraba lo nefasto de la caja de los males. Al confiar en un salvador su sueño no se hizo realidad; más bien se multiplicaron los males llenando de estupor, temor y desazón la vida. Se enlutaron los ojos, brotaron las lágrimas de la decepción y el desengaño, un soplo de viento fúnebre solloza  todavía en el alma de este pueblo. Subieron las águilas perdiéndose en la cumbre del poder; bajaron luego en picada; su borrachera todo lo arrasó, aún no se han hartado ni se han querido retirar.
Venezuela lleva sobre su corazón un enorme peso, una gran tristeza, sobre sus hombros el dolor que oprime, sobre su libertad y sus derechos humanos el cáliz amargo que le dan a beber cada día. Nunca esperó sufrir el largo periodo de amarguras que ha tenido que soportar en medio de la peor crisis económica, de inseguridad, de impunidad, crisis moral, alimentaria, médica, educativa, de las universidades, laboral y política entre otras. La bestia pisa duro y devasta todo a su paso, se exacerba su venganza, su intolerancia ataca como hidrofobia de implacable fiera.
El ánimo se retempla, hincha sus velas la nave de la voluntad, se hace a la mar, surge del pecho estentóreo grito, el Olimpo destruido crepita y se encoleriza, se acaba la paciencia, ruge por todos los ámbitos el espíritu del alma de la patria. La maldad ataca inmisericorde… Renace la esperanza.
Sobre el ala de luz de los milagros, nadie comprende por qué en el límite del aguante aparece Dios resplandeciente, deshaciendo males, fortaleciendo vidas.
La revolución llegó con su Caja de Pandora repleta de odios, desenfrenos, represalias y males infinitos.
El símbolo de la esperanza hoy igual que ayer seguirá viviendo en lo eterno de las luchas, en la defensa del pensamiento y las ideas, en la alegría de la libertad,  en el ánimo de la vida y florecer de los sueños, en las batallas que seguirá librando la verdad contra la mentira.
Los designios de Dios son insondables, sus tiempos son siempre perfectos…

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