La consigna ¡Lara se respeta! se escuchó en los distintos sectores de la ciudad por los que transitó la marcha cívica, convocada por distintos sectores que hacen vida activa y contribuyen a diario en el desarrollo de la región.
Decenas de ciudadanos se sumaron a la acción motivada por la necesidad del restablecimiento del diálogo, la justicia y el respeto en una población pacífica, solidaria y luchadora como la larense. Con la caminata quedó demostrado el sentido de pertenencia que está arraigado en cada uno de los habitantes de esta tierra y su compromiso en defensa de sus iconos e instituciones.
La concentración tuvo lugar en la avenida Venezuela con calle 30, frente a la iglesia Catedral. Poco a poco representantes de distintas comunidades de Iribarren y de los municipios foráneos, como Simón Planas, se acercaron al punto de partida establecido por los organizadores, al igual que los integrantes de los gremios, sindicatos y universidades que convocaron la movilización.
A esa hora, los canales de servicio de la arteria vial permanecían cerrados.
La caminata inició tras una hora y media de concentración, partió con la bendición de un pastor evangélico, quien expresó: “Oramos y pedimos a Dios para que intervenga en la construcción de un estado de paz, lleno de bendición, donde la prosperidad, la armonía y el crecimiento esté presente en cada una de sus comunidades.
En nombre de los cristianos evangélicos, una iglesia que ora por el estado Lara y sus autoridades, mostramos nuestro apoyo y solidaridad en defensa de la región”.
Los universitarios fueron invitados a liderar la marcha, seguido por los trabajadores, transportistas y partidos políticos, acompañados del pueblo que acudió por voluntad propia.
El primer tramo se desarrolló en calle 29, incluyó siete cuadras de esa vía transversal del centro de la ciudad. En el trayecto, los comerciantes y habitantes de esa área, observaron con entusiasmo el paso de la sociedad civil organizada. Algunos comercios cerraron mientras circulaba la marcha.
La actividad era dirigida por el sociólogo Nelson Fréitez, así como por varios representantes de la sociedad civil, dos reconocidos animadores de televisión y miembros de partidos, quienes explicaron al colectivo las razones que impulsaron la actividad.
“El sector laboral y educativo da ejemplo de su capacidad de organización… hoy muestra el orgullo guaro, agradecemos la participación de los comerciantes, miembros del sector construcción y de las amas de casa”, repetían.
El entusiasmo de quienes portaban la Bandera Nacional y las pancartas, en las que expresaban mensajes alusivos a los problemas del sector que representaban, era evidente en toda la extensión de la caminata. La escasez de productos alimenticios fue plasmada de manera creativa.
La carrera 19 fue abordada pasados los 30 minutos del recorrido. La amplitud de la calle permitió agilizar la movilización.
Mientras transitaba por ese tramo que conduciría la primera parada, situada en la sede administrativa de la Gobernación, Iván Guevara, director del programa de Administración y Contaduría de la UCLA, expresó que “la sociedad está unida por un mismo objetivo”.
“El conflicto universitario se mantiene debido al nuevo irrespeto de las normas de homologación y la falta de diálogo de parte del gobierno con la Fapuv (Federación de docentes); el aumento que se aprobó pertenece a una convención única que nosotros rechazamos”, explicó.
El cierre técnico de los comercios en apoyo a la marcha, entre las 10:00 de la mañana y las 12:00 del mediodía, previsto por el sector comercial, productivo y empresarial, no se acató. Sólo el 20% de los establecimientos comerciales del centro de la ciudad habían cerrado sus puertas alrededor de las 11:00 de la mañana, según confirmó Alberto Gámez, presidente de Fedecámaras- Lara.
Durante un recorrido por la avenida 20 se observó normalidad, la totalidad de los comercios llevaban a cabo sus ventas sin ningún tipo de interrupción. Sólo en la calle 29 y en la carrera 19, hubo comercios cerrados.
La mayoría de los comercios que bajaron su santamaría lo hicieron por prevención frente al incremento de la circulación de personas. Sin embargo, Gámez, apuntó que “por primera vez el sector económico fija posición contra el Gobierno”.
Desde la carrera 19 con 23 hasta la avenida Vargas, se recorrieron cinco cuadras. En el trayecto, destacó la participación de los cuerpos de seguridad (Policía del estado Lara y Guardia Nacional Bolivariana), cuyos funcionarios aplicaron desvíos preventivos de las calles y carreras adyacentes al área de circulación de la marcha.
Los puntos críticos de congestionamiento vehicular se observaron en la carrera 18 con calle 30, en la avenida Vargas con carreras 18 y 20. Los desvíos se realizaron en las carreras paralelas a la 19.
Cuando la marcha llegó a la avenida Vargas fue cerrado el acceso al Centro Comercial Capital Plaza por la carrera 19, como medida de prevención. Los trabajadores y compradores observaron la manifestación tras las rejas del recinto.
En el camino, los miembros de la comunidad universitaria aprovecharon para entregar volantes informativos sobre el conflicto. La actividad congregó a representantes de varios organismos regionales, entre ellos la directora de Salud, María Teresa Pérez y la ex directora de Educación, Mireya Vivas.
Sin contratiempos y con entusiasmo, así llegaron los caminantes al punto final de la caminata, en las inmediaciones del edificio rectoral de la UCLA, cerca de la plaza Macario Yépez, sitio donde fue ubicada una tarima que sirvió de espacio para la lectura pública del manifiesto titulado “En defensa del estado Lara… Exigimos respeto” y exposición de mensajes a la colectividad de voceros universitarios, religiosos y económicos.
“El pueblo de Lara se ha levantado con la fuerza de su sociedad civil, sus organizaciones, su religiosidad, su música y su dignidad, para exigir respeto”, expresó Nelson Fréitez en el acto de cierre.
Agradeció el esfuerzo de los organizadores y la participación de los larenses.
El padre Jesús Lárez, quien también es comunicador social, ofreció una oración basada en el Salmo 23: “El Señor es mi Pastor, nada me falta”.
“Oremos juntos para que Dios nos ayude a establecer en nuestra sociedad la paz que procede del diálogo, de escucharnos, que nos permita a todos solucionar los graves problemas que existen de salud, de abandono y destrucción de nuestros espacios públicos; oremos para que se solucionen los problemas que sufren nuestros transportistas, comerciantes y cultores, para que se solvente el problema del desabastecimiento y se logre, con la colaboración de todos, una mayor producción”.
También pidió por el buen término de las obras inconclusas de la región y para que mediante las negociaciones se logren salidas al conflicto universitario.
“Oremos a Dios para que se minimicen los índices delictivos en el estado, en especial por nuestros dos sacerdotes que fallecieron en manos de la delincuencia: Jorge Piñango y José Ramón Mendoza”.
Abrir la mente y el corazón a la acción del Espíritu Santo es, según el presbítero, el primer paso para la resolución de los conflictos, a lo que se debe sumar el diálogo y la planificación.
“Ayúdanos a vivir en paz, que se cierren a través del diálogo las heridas de odio, de violencia y de incertidumbre”.
Al cerrar su participación, Lárez invitó a la sociedad civil a darse un abrazo de paz y al mismo tiempo envió bendiciones a todos los asistentes.
Fréitez retomó la palabra para recordar la necesidad de justicia en el caso de los 70 jóvenes agredidos entre los días 15 y 16 de abril, así como para los 51 heridos por perdigones a quemarropa y los 34 torturados “que aún son perseguidos por los organismos de seguridad del estado”.
Reiteró que la marcha se organizó en respaldo a las universidades, por los trabajadores, por los transportistas y empresarios, así como por el patrimonio larense y la Gobernación de Lara.
Rafael Marcial Garmendia, productor, se encargó de la lectura del manifiesto por Lara. Al tomar la palabra dijo sentirse honrado por la responsabilidad de representar a la sociedad civil.
“Este mensaje va dirigido al pueblo larense, pero también al venezolano y sus autoridades sobre la necesidad de abrir los espacios de participación para la solución de los problemas”, explicó y al mismo tiempo anunció que el documento será llevado ante la Asamblea Nacional y que solicitarán audiencia al Consejo Legislativo de Lara (CLEL) para exponer los planteamientos de la sociedad civil organizada.
La misiva también llegará a manos de las autoridades de las nueve alcaldías que hacen vida en la región, quienes “como alcaldes elegidos por el pueblo tienen la responsabilidad de articular esfuerzos con las comunidades organizadas en la búsqueda y ejecución de soluciones”.
Alberto Gámez, del sector empresarial, acotó que esta semana se realizará una reunión de los sectores que convocaron la marcha con el fin de evaluar los resultados de la medida. “Nos mantendremos en sesión permanente porque creemos que la situación se podrá más difícil y debemos hacer frente desde este momento”.
La concentración, en el punto de llegada de la movilización, culminó con la presentación de un grupo de tamunangueros que elevó el espíritu, el orgullo y el acervo cultural que llevan en las venas los larenses.
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