Luego de cinco días de reflexiones los obispos y arzobispos venezolanos culminaron la centésima asamblea ordinaria de la Conferencia Episcopal Venezolana, exhortando a todos los sectores del país a dialogar y reconciliarse.
Los encargados de leer la exhortación final que lleva por nombre Por el diálogo y la reconciliación, fueron el obispo de Trujillo, monseñor Oswaldo Azuaje y el obispo auxiliar de Caracas, Luis Armando Tinedo.
En este sentido, los altos prelados analizaron los acontecimientos suscitados en primer semestre del año y hicieron precisiones puntuales en temas como la violencia, la economía, la polarización social y hasta el tema electoral.
«Durante este año hemos sido afectados por acontecimientos de gran trascendencia en el desarrollo de la vida social, política y económica de Venezuela. En el ámbito electoral, luego del fallecimiento de Hugo Chávez, se realizó una nueva elección (…) el proceso se caracterizó por una campaña ventajista a favor de una de las partes e hizo evidente la existencia de serias deficiencias en nuestro sistema electoral. La situación planteada dio lugar a hechos de violencia y exigimos una investigación imparcial para sancionar a los culpables», precisó monseñor Azuaje.
Consideran que luego del proceso electoral antes mencionado, se profundizó aún más la división del pueblo venezolano, por lo tanto es necesario crear las condiciones para lograr un ambiente de paz, armonía y reconciliación.
«El bien del país exige un entendimiento entre las partes, la búsqueda de una plataforma común que permita avanzar y solucionar los problemas acuciantes. No es aceptable que una solución signifique la destrucción de los que no piensan igual. El elemento en común para todos es la Constitución, que señala y pone límites al proyecto de país que nos debe unir. El bien del país exige que se promueva el reencuentro de todos los sectores sociales», afirman los obispos.
Asimismo insisten que la Conferencia Episcopal Venezolana busca propiciar el diálogo nacional, «arraigado en un espíritu democrático de respeto y recíproco reconocimiento, para superar obstáculos que afectan la normal convivencia ciudadana».
Por otra parte, hacen un llamado al Gobierno nacional para que apliquen correctivos en materia económica, a fin de frenar la «crisis inflacionaria» que azota a todos los venezolanos.
«Actualmente el país vive una crisis inflacionaria con desabastecimiento inminente de alimentos y otros artículos de primera necesidad. Pensamos que esta situación debe ser enfrentada por las autoridades públicas de común acuerdo con los empresarios, comerciantes e instituciones competentes. Se debe crear un clima de confianza que permita la reactivación de la producción y el crecimiento socioeconómico para beneficio de la colectividad (…)», afirmó el obispo de Trujillo en nombre de la CEV.
Seguridad y crisis universitaria
Posteriormente el arzobispo auxiliar de Caracas, monseñor Luis Armando Tinedo, abordó temas claves como la inseguridad y la crisis que albergan las universidades nacionales.
«El Gobierno ha implementado un nuevo plan para erradicar la violencia y la inseguridad pública. Hacemos votos por el éxito de este nuevo plan. La Iglesia promueve y apoya todas las iniciativas que promueven la seguridad y la paz. Nos preocupa que aún persista un lenguaje agresivo y descalificador, especialmente de parte de algunos personeros del Gobierno. Igualmente nos preocupa la persistente inseguridad ciudadana, acompañada de violencia y muerte de todo el país», puntualiza la iglesia.
Exhortan al Poder Judicial a que combatan la impunidad y se despolitice a todos los agentes de justicia en el país en el ejercicio de sus funciones.
«Por otra parte, el drama de los presos, perseguidos y exiliados políticos niega la posibilidad de disentir, característica de una verdadera democracia», opinan.
