La presidencia rotativa de Venezuela en el Mercosur podría conducir al bloque más por un sendero político e ideológico que económico, lo que generaría, según analistas, más diferencias entre sus miembros en momentos en que Paraguay advierte que no regresará al grupo durante la gestión venezolana.
Para el exvicecanciller venezolano y exembajador Milos Alcalay, el arranque de la presidencia de Venezuela en el Mercosur puede ser marcado por una cumbre «politizada» por el caso de Edward Snowden, el informático que fue consultor de los servicios de inteligencia estadounidenses que reveló una amplio programa de espionaje mundial de Washington y al que Maduro casi a diario ofrece asilo político.
Está «el anuncio de que algunos países del Mercosur,en vez de tratar el delicado y difícil tema del Mercado Común del Sur y de las relaciones con otras regiones como la Unión Europea, se trate de politizar la reunión (de Uruguay) con el tema de Snowden, que sería lamentable», dijo Alcalay a la AFP.
«La pregunta es hasta qué punto los demás miembros del Mercosur van a permitir que se les use como una plataforma política», cuestiona de su lado Ariel Armony, director del Centro de Estudios Latinoamericanos de la Universidad de Miami.
En 2012, el ingreso de Venezuela al Mercosur estuvo marcado por el discurso «antimperalista» del entonces presidente Hugo Chávez, quien presentó esta adhesión como una «derrota al imperio» (por EEUU) y a las «burguesías lacayas, incluyendo la venezolana».
El gobierno de Maduro, que asumió el poder en abril pasado tras la muerte de Chávez el 5 de marzo, mantiene la misma línea y considera que la presidencia de Venezuela en el Mercosur marcará un triunfo «de la visión geopolítica» del fallecido mandatario, según declaraciones del canciller Elías Jaua.
El Mercosur «ya no es sólo es un espacio concebido en un principio para el libre mercado, sino que ha ido generando un espacio para la unión política, para la unión social», dijo Jaua en declaraciones la noche del martes a la cadena oficialista Telesur.
Jaua señaló que debe «haber un nuevo Mercosur» y que para ello la presidencia venezolana propondrá establecer puentes con el ALBA y Petrocaribe, foros promovidos por el chavismo, para «avanzar hacia la construcción de una amplia zona de comercio justo» en América Latina.
A diferencia de varios de sus socios en el Mercosur, Venezuela se opone a los tratados de libre comercio tradicionales. En cambio los socios fundadores del bloque (Argentina, Brasil, Uruguay y Paraguay) buscan desde antes del ingreso venezolano un TLC con la Unión Europea.
Los analistas coinciden en que el peso político internacional de Maduro no es el mismo que el de Chávez, pero no dejan de advertir que seguirá impulsando una «ideología socialista» en los espacios de discusión durante su gestión al frente del Mercosur, lo que podría generar resistencia de otros países.
«Si se plantea una excesiva ideologización, Venezuela podría encontrar un rechazo natural de parte de algunos de sus miembros, especialmente de Brasil, que tiene una visión bastante instrumental del Mercosur», dijo a la AFP el politólogo venezolano John Magdaleno.
A estos señalamientos, Jaua responde que «los debates que han planteado presidentes como (el uruguayo José) Mujica, (la argentina) Cristina Fernández y los propios brasileños que son el gigante de la alianza (son) acerca de que tiene que haber un nuevo Mercosur».
El regreso de Paraguay
La presidencia de Venezuela arrancará sin solucionar el regreso de Paraguay al bloque económico, del que fue suspendido en junio de 2012 luego de la destitución del presidente Fernando Lugo mediante un juicio político.
El Mercosur debate el viernes el eventual regreso de Paraguay en momentos en que el presidente electo de esa nación, Horacio Cartes, advierte que sólo aceptaría volver si se le asigna la presidencia pro témpore, como corresponde por orden alfabético, según las reglas del bloque.
Este miércoles Cartes sostuvo que dará a conocer su posición sobre la vuelta de Paraguay al bloque una vez que la cumbre de presidentes se pronuncie en Montevideo.
Para Félix Arellano, profesor de la escuela de Estudios Internacionales de la Universidad Central de Venezuela (UCV), el Mercosur suspendió a Paraguay, que se opuso al ingreso de los venezolanos, para luego «meter por una ventana a Venezuela», lo que «ha exacerbado las diferencias y contradicciones» en el bloque.
Pero Jaua aseguró a Telesur que Venezuela no interpondrá «ningún impedimento» al regreso de Paraguay una vez que Cartes asuma la presidencia y que incluso hará «todo lo que sea necesario para que se reincorpore y se sienta cómodo».