Brasil consideró inaceptable el espionaje por parte de Estados Unidos de millones de sus ciudadanos pero advirtió que ello no va a dañar las buenas relaciones que mantiene con Washington.
Nelson Pellegrino, presidente de la Comisión de Relaciones Externas y Defensa de la cámara baja, sostuvo que el vínculo con Estados Unidos se mantiene en un nivel elevado aunque Brasilia rechazó las actividades de espionaje y exigió explicaciones al gobierno norteamericano.
«No creo que eso vaya a interrumpir las buenas relaciones que tenemos con Estados Unidos, aunque la posición brasileña (de rechazo) es una señal clara para Washington de que tenemos interés en mantener buenas relaciones pero que no vamos a aceptar prácticas de ese tipo», declaró Pellegrino a corresponsales extranjeros.
«Que una nación espíe a otra, a sus ciudadanos, sus empresas y sus gobernantes, es inaceptable», sostuvo. La víspera, la Cámara de Diputados votó una moción de repudio a las denuncias de espionaje norteamericano y aseguró que tal actividad «atenta contra la soberanía nacional».
Pellegrino preside también la comisión mixta del Congreso sobre actividades de inteligencia, que el miércoles convocó al embajador estadounidense Thomas Shannon para que explique las versiones de que la Agencia Nacional de Seguridad (NSA por sus siglas en inglés) recogió comunicaciones telefónicas y de internet de brasileños al margen de los acuerdos bilaterales de cooperación en inteligencia.
Reconoció que la comisión no puede obligar al diplomático a comparecer pero dijo que entrarían en contacto con la embajada y con el embajador personalmente para explicarle que la invitación será para una sesión reservada con un pequeño grupo de legisladores de ambas cámaras. La embajada estadounidense en Brasilia no se ha manifestado sobre la convocatoria.
El diario brasileño O Globo informó que el país sudamericano fue uno de los principales blancos de espionaje de la NSA, según documentos obtenidos por el ex agente de ese organismo Edward Snowden, quien reveló el esquema mundial de espionaje. O Globo indicó que la Argentina, Ecuador, México y Venezuela también fueron blanco de la NSA en lo que se recolectó información sobre temas de energía, petróleo y compras militares. Venezuela le ofreció asilo a Snowden, informó la víspera su presidente Nicolás Maduro.
El ministro brasileño de Defensa, Celso Amorim, admitió el miércoles que Brasil invierte poco en seguridad cibernética, con unos 50 millones de dólares previstos en el presupuesto de 2013. No obstante, admitió que aún con más recursos es imposible crear un sistema de seguridad infranqueable.
«Ningún país tiene capacidad de establecer una protección absoluta» de sus redes de información, declaró Amorim en una audiencia de la Comisión de Relaciones Exteriores del Senado. «Incluso en un escenario ideal (de inversiones en seguridad informática) no se tendría un escudo que nos proteja totalmente».
Pellegrino sostuvo que la visita de Estado de la presidenta brasileña Dilma Rousseff a Washington en octubre continúa en pie y no se verá afectada por las turbulencias generadas tras las denuncias de espionaje.
Por su parte, Colombia anticipó el miércoles que solicitará explicaciones a Estados Unidos por el presunto espionaje a sus ciudadanos.
«Al rechazar los actos de espionaje violatorios del derecho a la intimidad de las personas y de las convenciones internacionales en materia de telecomunicaciones, Colombia solicitará al gobierno de los Estados Unidos de América, por intermedio de su embajador en Colombia, las explicaciones que correspondan», indicó la cancillería en un breve comunicado divulgado la noche del martes.
El Ministerio del Exterior no especificó cuándo se produciría esa petición de explicaciones por parte del embajador colombiano en Washington, Carlos Urrutia.
En miércoles el embajador de Estados Unidos en Bogotá, Michael McKinley, declinó responder en repetidas oportunidades si Estados Unidos mantiene o no en Colombia programas de espionaje autorizados o sin autorización de Bogotá, si en la nación andina funciona alguna oficina de la NSA o si le sorprendía la petición colombiana de explicaciones.
«No puedo, no voy a hablar de presuntas actividades de inteligencia en términos específicos… siento hacerles esto, pero tengo que repetir que en materia de inteligencia no voy a entrar en discusión sobre actividades específicas», dijo el diplomático en una entrevista con la estación Blu Radio.
Brasil tiene acuerdos de cooperación en materia de inteligencia con unos 80 países, incluyendo Estados Unidos, y bajo tales acuerdos, los agentes que operan en territorio extranjero deben compartir la información recogida con las autoridades del país donde están basados. Colombia, visto como uno de los aliados más estrechos de Estados Unidos en la región, también mantiene desde al menos la década de 1990 varios programas de cooperación en áreas de seguridad y militar con Washington como parte de la lucha antidrogas y contra la subversión.