“Los más afectados en la cadena de distribución de la carne somos nosotros los carniceros a quienes no toman en cuenta a la hora de fijar precios al producto a pesar de ser quienes damos la cara a los consumidores”.
Lo dijo Julio Vergara, propietario de una carnicería en Quíbor y directivo de la Asociación de Comerciantes, quien ha estado pendiente de las medidas sancionatorias que está aplicando Indepabis en Barquisimeto por supuesta adulteración de los precios. Dijo que hasta ahora los funcionarios no les han visitado pero considera prudente que antes la directora del instituto, Valentina Querales, se reúna con ellos para darle suficientes explicaciones, pero aclara que no pueden vender a los precios fijados.
“Nosotros no podemos vender carne a 27, 18 ó 22 bolívares el kilo cuando la compramos a 52 y 53, y nadie trabaja para no ganar nada, además de que estaríamos perdiendo ya que nuestros gastos son muchos.
Recordó que hace unos años, con la actual directora de Indepabis, se elaboró un proyecto para la comercialización de la carne pero nunca más se habló del tema.
Explicó que el matadero vende a un precio a los distribuidores y estos le colocan otro, siempre por encima de las regulaciones oficiales, pero Indepabis sólo sanciona al detallista que es quien da la cara al consumidor, lo que no hacen los responsables del beneficio de las reses.
Plantea la necesidad de organizar mesas de trabajo con participación de todos los involucrados en la comercialización, ellos principalmente, así como consejos comunales, no como ha ocurrido hasta ahora que no les toman en cuenta cuando van a fijar precios.
“Estamos cayendo en lo mismo de siempre, que fijan unos precios que los expendedores no pueden cumplir, pero no investigan el recorrido del producto desde que sale del matadero hasta llegar a las carnicerías; tendremos que volver a descuartizar una res públicamente como ya lo hicimos una vez”, enfatizó Julio Vergara.