Planteamientos – Fapuv y la gerencia del C.U

Las declaraciones de la presidenta de la Fapuv (martes/03/13), señalando: “Estamos a la espera de la hora y fecha de la reunión que nos propusiera el presidente con el ministro Calzadilla”. No resultan nada auspiciosas para la dinámica del conflicto universitario y las expectativas por resultados favorables. Arrojan dudas acerca de la manera cómo la dirigencia lo ha conducido. ¿Un problema de gerencia? Tal vez. ¿Ausencia de una visión estratégica clara? Es posible. ¿Errónea lectura del contexto? Pareciese.
Las fortalezas, debilidades, oportunidades y amenazas, fuera del análisis, llevan a subestimar en el entorno político, el poder del gobierno y sobrestimar la fuerza gremial. Las condiciones actuales no son las mismas de hace 25 años atrás. Como dice Mires, “los cambios ocurren y para muchos son imperceptibles”. Cuando en América Latina se trataba de imponer el modelo neoliberal privatizador, el bipartidismo hacía aguas en nuestro país y la crisis institucional no tenía parangón, la lucha gremial se insertó con éxito en las demandas salariales y obligó al gobierno a discutir con la instancia federativa, teniendo como referencia a las Normas de Homologación, NH.
Para aquel entonces, los profesores de los institutos y colegios universitarios, el otro sector del Sistema de Educación Superior en Venezuela, estaba agrupado en Fapicuv. Esta operaba a la sombra de la Fapuv y se acogía a sus acuerdos.
El golpe de Estado, en abril de 2002, impulsó a la directiva de Fapuv a apoyar al gobierno de Carmona Estanga. Se publicó el remitido: “Carta Pública a Venezuela” (Diario El Nacional, p.D/5). De allí en adelante y hasta hoy, el gobierno se negó a conversar con los directivos del gremio, al calificarlos de “golpistas”.
En lo sucesivo, en el contexto político-gremial, las NH siempre invocadas por la Fapuv, fueron objeto de dos sentencias por parte de tribunales competentes. Controversiales: unas acogidas por el gobierno, otras rechazadas y desestimadas por el gremio. Evidencias de la debilidad de las mismas.
En abril del 2011, el presidente Chávez aprobó de manera unilateral el ajuste salarial para el sector universitario. En protesta y para demandar revisión de la medida, se instrumentaron paros y huelgas de hambre cuyos resultados fueron infructuosos, ante la medida tomada.
Otro aspecto relevante en el análisis del contexto político fue la aprobación de la Ley Orgánica del Trabajo, los Trabajadores y las Trabajadoras (Lottt), en mayo del año pasado. Explícitamente contiene el desarrollo del proceso de sindicalización para la negociación colectiva en la defensa de los derechos e intereses de los trabajadores. Mientras la Fapuv se aferraba a las NH, desde noviembre del año pasado los sindicatos bolivarianos se abocaron a la elaboración de un Contrato Unificado para docentes, empleados y obreros. Este hecho, era público y notorio. Cuando se inicia la discusión, la estrategia del gobierno se concretó.
La realidad universitaria, al igual que el país, está altamente polarizada: por un lado un sector universitario tradicional (Fapuv y Averu), cuya mayoría está en abierta oposición política al gobierno; y, por el otro, el sector bolivariano, el cual se ha ido ampliando sobre la base del Proyecto Alma Mater, oficializado y en curso desde marzo del 2009.
Particularmente, desconozco cuál es el debate, el análisis y el balance que se hace del conflicto en las instancias gremiales. Aprecio que las medidas que se anuncian para “radicalizar el conflicto”, encajan el mismo formato de los conflictos anteriores.
En esta materia, hasta el momento de escribir este artículo, la respuesta del gobierno es exactamente la misma. Las denominadas cláusulas “ideologizantes” y los “principio socialistas”, fueron eliminadas. Obviamente, un logro de la presión “desde afuera” de la mesa de negociación que el gobierno no tuvo problemas en conceder. ¿Si el Ministro recibe a la FAPUV, que va a pasar?
Otro aspecto es cierto: las vacaciones conspiran contra el mantenimiento del conflicto. La cancelación del ajuste salarial será recibida como “adelanto”, bajo protesta. Ya la directiva de FAPUV anuncia que serán las bases profesorales las que decidan. De acuerdo, pero que admitan su responsabilidad por la derrota, renuncien y se inicie el proceso de sindicalización. La Contratación dura dos años.