Ahorristas argentinos retiraron en los últimos siete meses casi un tercio de los dólares depositados en bancos locales, preocupados por las restricciones a la compra de divisas que impuso el Gobierno para frenar una salida de capitales, dijeron operadores bancarios.
Ahorristas argentinos retiraron en los últimos siete meses casi un tercio de los dólares depositados en bancos locales, preocupados por las restricciones a la compra de divisas que impuso el Gobierno para frenar una salida de capitales, dijeron operadores bancarios.
La fuga, un golpe a la liquidez de las entidades que según analistas no pone en peligro la estabilidad del sistema, es también una evidencia de la desconfianza de los inversores hacia las políticas intervencionistas de la presidenta Cristina Fernández.
Entre el 11 de mayo y este viernes, la salida alcanzó a casi 1.900 millones de dólares en depósitos, principalmente desde cuentas a la vista, o alrededor del 15 por ciento del total depositado en moneda extranjera, según datos del mercado compilados por Reuters.
Los últimos datos oficiales del Banco Central, al 1 de junio, mostraban una caída en los depósitos en dólares del 11,2 por ciento desde mediados del mes pasado, a 11.513 millones de dólares.
«Los depósitos se siguen yendo, hay disparidad de fuga de acuerdo a cada banco, pero de manera diaria anda (la salida de fondos) entre los 80 (millones) y 120 millones (de dólares)», dijo un operador bancario bajo condición de anonimato.
Un portavoz del Banco Central avaló estas cifras y explicó que la fuga comenzó a ser más lenta esta semana.
«Esta semana se notó una tendencia decreciente en la salida de depósitos, ya que pasamos de un promedio de 120 millones de dólares (diarios la semana pasada) a retiros por alrededor de los 90 millones en esta, de acuerdo a relevamientos preliminares del Banco Central», dijo a Reuters.
Las restricciones a la compra de divisas se endurecieron a mediados de mayo, cuando el ente recaudador de impuestos, la AFIP, limitó las compras de moneda extranjera al precio oficial, empujando a ahorristas y pequeños empresarios a adquirir dólares en el mercado paralelo a valores hasta un 35 por ciento por encima de los vigentes en la plaza regulada.
Esta situación provocó en forma encadenada mayores controles sobre el mercado de cambios y el cierre total de los negocios en el mercado informal de divisas esta semana.
«Nos aconsejaron ofrecer una mejor tasa (de interés) antes de perder más depósitos», dijo un operador de un banco estatal.