El director de orquesta venezolano Gustavo Dudamel, fue el protagonista del tradicional Concierto Nocturno de Verano, que ofreció este jueves la Orquesta Sinfónica de Viena desde el Palacio de Schonbrunn de la capital austríaca.
Dudamel dirigió a los músicos de la orquesta vienesa en un concierto donde prevaleció el romanticismo, acompañado de la excelente actuación de los bailarines del Ballet de la Opera de Viena.
Una polonesa de la ópera «Eugene Onegin», de Piotr Ilich Chaikovski; la danza de las esclavas persas de la ópera «Jovánschina» de Mussorgsky; y una pieza del «Príncipe Igor», de Alexander Borodin, marcaron el acento ruso a un recital al aire libre que ha cumplido ya su novena edición.
La música del italiano Amilcare Ponchielli (1834-1886) y del alemán Richard Strauss (1864-1949) sonaron también en los jardines de la que fuera la residencia de verano de la dinastía de los Habsburgo.
Un punto cumbre del concierto fue el tríptico sinfónico «La Mer» de Claude Debussy, con motivo del 150 aniversario del compositor francés.
Durante esta velada, Dudamel se mostró relajado y muy feliz en su debut en un concierto que ha ido ganando reconocimientos en el calendario musical y que en Austria sólo es superado ya por el hiperfamoso Concierto de Año Nuevo.
«Necesito una cerveza», llegó a decir en broma el maestro venezolano en una pequeña pausa del concierto.
«Eres demasiado joven para beber alcohol después de las diez de la noche», contestó entre bromas el presidente de la orquesta, Clemens Hellsbgerg, al maestro de 31 años.
Dudamel expresó que fue un gran reto dirigir un vals vienés en una ciudad en la que está música alcanzó su cumbre.
«Esto es una gran responsabilidad para mí, porque es un vals de Strauss, algo que está en la sangre de todos ustedes y voy a tratar de llevar esa sangre a mi cuerpo», prometió Dudamel al público antes de lanzarse a dirigir una pieza cuya ejecución fue saludada con una fuerte ovación.
Como final del concierto, el maestro venezolano, hizo un guiño a la cultura hispana y lanzó a los filarmónicos vieneses a interpretar la zarzuela «Las Bodas de Luis Alonso», de Gerónimo Giménez. «Vamos a divertirnos», animó Dudamel a un público que respondió muy entusiasmado al fin de fiesta del recital.