Cuatro tiros le quitaron la vida a Ricardo Javier Rojas Ventura, de 20 años, la mañana de ayer cuando se encontraba cerca de la casa de su madre y se dirigía al trabajo. Según la versión de algunos familiares, se trató de una confusión.
Eran las 7:10 de la mañana de este miércoles, cuando Rojas Ventura, a quien le decían “Ardilla”, caminaba por el sector Los Álamos, frente al Centro de Educación Inicial José Ángel Álamo, rumbo a su trabajo junto al suegro de su hermano y una de las empleadas.
Él se quedó atrás escribiendo por el celular, cuando de repente salió un joven, lo llamó “Ricardito” y desenfundó el arma en cuatro oportunidades en la cabeza, lo cual le causó la muerte, narró su hermano mayor Anthony Rojas.
Lo llevaron inmediatamente al ambulatorio de La Carucieña pero llegó sin signos vitales. “Creo que lo confundieron porque a él no lo conocían como “Ricardito”. Quien le disparó salió corriendo y saltó una pared que da para La Zamurera, cargaba la ropa al revés. Nadie lo detalló bien”, contó en medio de las lágrimas, la tía Virginia Ventura.
La escena del crimen, la cual quedó marcada con gran cantidad de sangre, fue frente a un Centro de Educación Inicial, donde suspendieron las clases por el día de ayer, debido al hecho. El hoy occiso tenía unos meses viviendo en El Garabatal con su pareja, pero todos los días pasaba por la casa de su mamá, pues además está cerca de su trabajo.
“Tenía como cinco años laborando en una fábrica de correas las cuales, después, son distribuidas en otras ciudades y en el centro de Barquisimeto. Cuánto nos duele su partida porque era un buen muchacho, el más sano de los tres, no se metía con nadie pero la inseguridad abunda en todas partes”, indicó Ventura.
De igual manera aprovecharon la ocasión para denunciar que la zona se ha vuelto muy peligrosa, pues aseguran que a diario se escuchan tiroteos y que no ven patrullaje. “¿Cuál patria segura? Por aquí no pasa la policía, la guardia nacional ni ningún organismo de seguridad”, aseveró.
El segundo de tres hermanos, quedó marcado como otra víctima de las armas de fuego que invaden la población venezolana, por lo que gran parte de las personas esperan se le dé procesamiento a la recién aprobada en la Asamblea Nacional, Ley Desarme.
