Licoreros de La Carucieña, al norte de Barquisimeto, se quejan de malos tratos y abusos de autoridad por parte de los efectivos militares apostado en el puesto de control de El Garabatal.
Zenaida Toro, propietaria de una licorería en la zona, comentó que los funcionarios militares los obligan a bajar las santamarías los domingos y que los sábados y viernes les ordenan cerrar temprano. “Empezaron a ordenarnos que cerráramos los sábados temprano y luego nos dijeron los domingos y todos los feriados. ¿Cómo vamos a obtener ganancias? Nosotros tenemos un personal que pagar”.
Toro sostienen que se trata de una decisión personal y no de un decreto legal.
“Los afectados nos enteramos que es una orden personal del comandante (un coronel) del punto de control que hay en El Garabatal. Él dice que en su zona no van a tener abiertos los locales expendedores de licor porque eso genera accidentes y homicidios. El problema es que los licoreros de las zonas cercanas siguen vendiendo y la gente de La Carucieña se va a esos sectores, compran la bebida allá e igual hacen sus reuniones”.
Toro se quejó de que les están violando el derecho que tienen a trabajar. “¿Cómo podemos pagar los impuestos, cómo le pagamos a nuestros empleados, para qué tenemos una licencia sino podemos abrir nuestros locales? Las tendremos que entregar, pero eso no es lo que queremos, porque estas es nuestra manera de ganarnos la vida”.
Según Toro en días pasados amenazaron a unos de los licoreros con quitarle la mercancía sino cerraba el local.
Toro detalló que el problema se presenta en La Carucieña, 12 de Octubre, Cinco de Julio, Ruiz Pineda que están bajo el mando del punto de El Garabatal.
“No estamos de acuerdo con que esas medidas se tomen solamente en nuestros sectores, mientras en el centro, este y norte la venta se permita puertas abiertas. Estos negocios representan una fuente de empleo para muchas personas. Estas decisiones que afectan a muchos empleados no se pueden tomar de manera caprichosa.
