Un clásico de Europa y una de las más añejas rivalidades de Sudamérica. No se podía pedir más para las semifinales de la Copa Confederaciones.
La fase de grupos de la Copa Confederaciones siguió el libreto sin mayores sobresaltos y España enfrentará el jueves a Italia en una de las semifinales en Fortaleza, mientras que Brasil se topará con Uruguay en la otra el día previo en Belo Horizonte.
Se trata de cuatro selecciones que suman 12 campeones mundiales, incluyendo el monarca vigente España. Nada mal para un torneo que la FIFA considera una especie de fogueo para el Mundial, y que en ocasiones pasó a un segundo plano por las manifestaciones antigubernamentales que se propagaron por todo Brasil.
Brasil y España avanzaron con paso perfecto como líderes de los grupos A y B, respectivamente.
El anfitrión llega entonado luego de sus victorias 3-0 sobre Japón, 2-0 contra México y 4-2 ante Italia, con un Neymar en estado de gracia que metió un gol en cada partido, generó juego para sus compañeros y empieza a erigirse como el baluarte que la Verdeamarela necesita para conquistar su sexta Copa del Mundo el próximo año en su propia tierra.
“Es el ídolo de todos los brasileños, de todos los que nos gusta el fútbol”, tiró el técnico de Brasil, Luiz Felipe Scolari, después de una gran actuación del nuevo jugador del Barcelona en el triunfo sobre Italia. Palabras mayores, tomando en cuenta que se trata de un muchacho de apenas 21 años que no ha ganado nada con la selección y que la próxima temporada dará sus primeros pasos en el fútbol europeo.
Al menos en la primera fase de la Confederaciones, Neymar estuvo a la altura de las expectativas, e incluso las excedió.
Brasil en líneas generales despejó bastante las dudas que sembró desde que Scolari tomó las riendas a fines del año pasado. Fred y Jo lucieron bien como acompañantes de Neymar en el ataque, la defensa sólo permitió dos goles y la “torcida” local volvió a enamorarse de la Verdeamarela.
El próximo oponente es uno que “Felipao” describió como el más complicado para el estilo de juego de Brasil, un plantel uruguayo que no tiene complejos con cerrarse atrás y jugar al contragolpe, y que llega con la mayoría de sus titulares descansados tras dejarlos en la banca el domingo en la goleada 8-0 sobre Tahití.
Luis Suárez, autor de dos tantos en ese partido, fue el único titular de ataque que tuvo minutos en cancha, al entrar en los 20 últimos, mientras que Diego Forlán y Edinson Cavani se quedaron en la banca.