La acentuada escasez junto al puente de tres días y la espera de nuevamente de la quincena, obligó a los ciudadanos a replegarse en sus hogares.
Es por ello, que los supermecados de la ciudad no mostraron la popular demanda y caos en que están sometidos a diario.
El clima en los anaqueles es el mismo, productos como: la harina de maíz, aceite comestible, mantequilla, papel higiénico, crema dental, pollo y harina de trigo permanecen desaparecidos pese a los planes de abastecimiento y fiscalización ofrecidos por el Gobierno Nacional. La planificación no parece dar resultados, el cliente prosigue andando en su carrito en la búsqueda de alimentos alternativos.
Aunque en algunos apartados de los supermercados había harina de maíz, los usuarios manifestaron que no era la de su preferencia. Al igual que el aceite, el cual es comprado con derivados naturales como la canola o la soya.
Pensamiento colectivo
Entre tanto, el pensamiento colectivo del ciudadano coincidió en que, por ser día de asueto, la distribución de alimentos estaría paralizada y en consecuencia la realidad seguiría siendo la misma. Sin embargo, algunos aprovecharon el día para adelantar sus compras de la semana siguiente, a fin de encontrar un territorio de tranquilidad para encontrar, a medias, los rubros del hogar. Tal es el caso, de la señora Honor Herrera, que reconoce su queja ante la situación.
“Creo que el desabastecimiento es producto de la compra excesiva de aquellas familias que llevan de 20 a 30 productos de una misma especie, su pensamiento es individualista y no equitativo en busca del beneficio de todos. Pienso que no es necesario debido a que muchos productos tienen fecha de caducidad”.
Pero también, prosiguió Herrera, “se le suma las políticas económicas implementadas por el Estado que no garantizan beneficio alguno para el ciudadano. Puedes ver que ha pasado un tiempo considerable y seguimos en la misma situación”, explicaba la ciudadana mientras verificaba precios.
De este a oeste la situación era la misma, los trabajadores dispuestos en los cajeros de pago conversaban mientras esperaban la visita de un cliente, al consultarles sobre la afluencia respondían que las ventas en el feriado han estado por debajo de sus expectativas.
Compras por necesidad
La ciudadana Indira Melgarejo, tomaba los productos por necesidad y no por preferencia, por considerar que muchos productos que anteriormente consumía, no se encuentran en el mercado debido a la emigración de empresas. No obstante, no se preocupa y compra algunos rubros que puedan subsanar la situación.
“La economía tiene ahogada a toda la ciudadanía y a las empresas. No dejo de sorprenderme porque cada mes que voy al supermercado me consigo con nuevos precios, y si están regulados, no se consiguen. Creo que el Gobierno debe garantizar la sustentabilidad económica de las industrias con el propósito que tengan un mejor incentivo productivo”.
“Además, pienso que las personas no salieron de sus hogares porque sabían que no iban a encontrar productos por la ligera paralización de la economía en los días feriados. Mientras tanto, algunos aprovechamos de abastecernos de productos”.
Semana de rubros
Aparentemente, los ciudadanos esperan la próxima semana de ingresos para realizar sus compras con normalidad con la vuelta de la odisea extrema del venezolano común por conseguir rubros.