En los problemas multifactoriales, como el caso del transporte público, las responsabilidades son compartidas. Allí, inciden tres partes que tienen el mismo grado de responsabilidad, por ser compenetrados y depender unas de otras.
Conductores, usuarios y organismos públicos garantes de hacer cumplir las leyes y ordenanzas, son los actores principales de un sistema que está lejos de funcionar de forma correcta, y que genera molestias a propios y extraños.
Unidades que son detenidas fuera de las paradas, usuarios que se montan o desmontan de las unidades en cualquier parte de la ciudad, y un organismo público que no se encarga de responsabilizar a los culpables, agregan caos a un coctel que resulta difícil de digerir. A esto se le suma usuarios en unidades particulares que se estacionan en las paradas destinadas para el sistema de transporte público y una ciudad que no acondicona espacios para que cumplan con paradas públicas de calidad. En la medida que se tome conciencia de las leyes que regulan a cada factor, se vivirá en una mejor sociedad.