El agua que cae de las lluvias descubre muchas realidades que afectan a varias zonas de la ciudad de Barquisimeto y sus partes aledañas.
En este caso, el agua ha empeorado la calidad de vida de quienes habitan una comunidad poco conocida, llamada El Portón Frank, ubicada entre las comunidades de Las Tunas y Las Veritas, al norte de la ciudad de Barquisimeto y a escasos minutos de la población de Tamaca.
Resulta que, desde noviembre del año 2012, la Empresa Municipal de Infraestructura y Conservación del Ambiente (Emica), adscrita a la alcaldía de Iribarren, a través del Fondo Interterritorial de Compensación, planificó un proyecto para la realización de la calle que comunica las comunidades de Las Tunas con Las Veritas, y que afecta de manera directa a esta comunidad.
En la valla que se encuentra en la entrada a la zona, se especifica que, dicho proyecto, comprende la instalación de tubos de concreto que componen el sistema de drenaje de aguas de lluvias del sector, además de la instalación de asfalto a un trayecto de un kilómetro aproximadamente, para un tiempo estipulado de 2 meses en la realización de la obra.
Nueve meses después, las condiciones del lugar son terribles. Los habitantes del sitio indican que, conforme ha pasado el tiempo, la situación es cada vez más grave, a tal punto que, en ocasiones, el mal estado de la calle de tierra, ha dejado incomunicado a la comunidad con el resto del sector.
Las obras no están detenidas en su totalidad, al menos, los trabajadores de la instalación del asfalto cumplen su horario, “vienen a sentarse o a cumplir trabajos en otras partes de las comunidades”, dijo Jesús Díaz, quien reside en ese sector.
Díaz indicó que los trabajos se iniciaron con rapidez los primeros días, sin embargo, luego de la instalación de los tubos de drenajes, estos han quedado paralizados.
Astrid Vásquez atribuyó el problema de paralización de la obra a la falta de supervisión que tienen los trabajadores que permanecen en las calles “cumpliendo horario”.
“Dicen (trabajadores) que no es culpa de ellos, dicen que vienen a cumplir horario pero que, si no hay material con qué trabajar, ellos no van a trabajar”, revela Vásquez, de conversaciones que se han sostenido con los trabajadores adscritos a la alcaldía.
Por su parte, Freddy Flores, otro vecino de la zona, dice haber buscado respuesta en los organismos correspondientes sin obtenerla, “estuve en Emica y no nos han dado respuesta”, dice Flores, “después de tres meses no nos han dicho nada, cuando dijeron que, en un mes nos daban soluciones”.
Para finalizar, el mismo vecino indicó que el caso se encuentra en Contraloría, ”allí nos dijeron que estaban en eso (en el caso)”, finalizó.