A juicio del vicepresidente regional de Alianza al Bravo Pueblo, Robin Rincón la campaña desatada por el Gobierno nacional para expropiarle al pueblo de Lara el monumento Flor de Venezuela “no es más que un capricho de Nicolás Maduro para limitar la excelente gestión que viene cumpliendo en esta entidad el gobernador Henri Falcón”.
Agrega que declarar la obra como Patrimonio Cultural de la Nación no tiene otro fin sino arrebatársela a los larenses para convertirla en un centro de reuniones del Partido Socialista Unido de Venezuela, tal como ha ocurrido con instalaciones culturales de la talla del Teatro Teresa Carreño, en Caracas.
Considera que si el Gobierno nacional tuviera la disposición de contribuir con la preservación de esta obra del arquitecto Fruto Vivas, convocaría sin mezquindad política al Ejecutivo regional para trabajar juntos en el mantenimiento de esta impresionante estructura que durante más de seis años ha servido como centro para la formación y recreación cultural de propios y visitantes.
“No es de extrañar que, tal como ha sucedido con otras acciones del Gobierno nacional, si se atreven a expropiarnos la Flor de Venezuela no solo la van marchitar sino a secar”, advirtió el dirigente de ABP, al tiempo que exhortó a la cúpula del PSUV a cesar su guerra sin cuartel contra Henri Falcón, a quien no le perdonan su excelente trayectoria política y por ende el liderazgo que ejerce en esta región.
Este capricho de expropiar la Flor de Venezuela, según Rincón, surgió en medio de una asamblea de enchufados y militantes del partido oficialista, lo cual piensa terminará por endosarle al régimen ilegítimo de Maduro el desprecio de un pueblo que ya se cansó de mentiras, discriminación política y pésimas gestiones locales por parte de los mal llamados revolucionarios, quienes, acusó, solo piensan en mantenerse en el poder olvidando sus responsabilidades con el pueblo que una vez creyó en ellos y que el próximo 8 de diciembre les pasará factura en cada una de las municipalidades.