El español Rafael Nadal, número cinco del mundo y reciente vencedor en Roland Garros, no ocultó cierto temor ante el comienzo el lunes de Wimbledon ya que considera que la hierba es la superficie más dañina para sus rodillas.
«Con respecto a la rodilla, es un desafío para mí jugar en hierba. Es la superficie más complicada porque las posiciones son bajas y es necesario estar flexionado. A cinco sets, es donde la siento más (la rodilla)», señaló el español.
Nadal guarda un recuerdo particularmente amargo de su participación en Wimbledon-2012, en el que sufrió una inesperada derrota en segunda ronda contra el checo Lukas Rosol y fue el último torneo que jugó ese curso debido a los problemas físicos que arrastraba.
«Jugué el año pasado porque es un torneo que me encanta, pero no estaba preparado, esa es la realidad. Jugué infiltrado el primer día. Después de Roland Garros sentí que mi rodilla no estaba en condiciones. La prueba es que después no pude jugar ni un partido el resto de la temporada», explicó el mallorquín.
«La experiencia del año pasado fue demasiado para mí. Sufrí mucho. Te puedes infiltrar para jugar el final de un torneo, pero desde el principio no es posible, no fue una buena decisión por mi parte», reconoció el ganador en el All England Club en 2008 y 2010.
Pero el regreso del exnúmero uno mundial en febrero de este curso superó todas las expectativas. Ha ganado siete de los nueve torneos que ha disputado, siendo finalista en los dos restantes.
«Por el momento, he jugado todos los torneos que había previsto y esta es la mejor noticia. Cuando regresé a la competición pensaba que sería una temporada de transición, pero después mi perspectiva ha cambiado», añadió Nadal.
Líder de la carrera de la ATP de esta temporada, ya clasificado para el Masters y sin ningún punto que defender hasta el final de la temporada, Nadal, actual quinto jugador mundial, está en el camino para recuperar el número uno este mismo año.
«No es el omento de analizar lo que va a pasar en la segunda parte del año», dijo el manacorí, rechazando cualquier especulación sobre el futuro.
El tenista español negó haber desconectado después de su octava victoria en Roland Garros y dijo tener la cabeza en Londres desde el día siguiente a su triunfo en París.
«No se puede olvidar el tenis cuando Wimbledon llega dos semanas más tarde. Me he tomado unos días, aunque he trabajado el físico, no jugué a tenis hasta el sábado siguiente. El resto del tiempo disfruté de mi isla, Mallorca, de los amigos y de la familia», relató el tenista.
Nadal tuvo que renunciar al torneo de Halle después de Roland Garros y se ha tenido que conformar con unos entrenamientos y una exhibición con el japonés Kei Nishikori en hierba, una superficie que le gusta pero que «a veces es frustrante, especialmente contra los grandes sacadores».
El lunes debutará en Londres contra el belga Steve Darcis, que no responde a ese perfil.
«Al menos podré jugar porque no es un cañonero. Pero es un jugador talentoso que lo hace bien en todas las superficies», dijo sobre su primer rival.
