Once países Amigos de Siria anunciaron este sábado un acuerdo para enviar ayuda «urgente» a la rebelión, con el fin de permitirle «contrarrestar los brutales ataques» de las tropas leales al presidente Bashar al Asad, antes de que se realice una conferencia de paz en Ginebra.
En un comunicado difundido tras una reunión de sus ministros de Relaciones Exteriores en Doha, precisaron que «toda ayuda militar» pasará por una instancia dependiente del Ejército Sirio Libre (ESL).
Los ministros acordaron «entregar con urgencia todo el material y los equipamientos necesarios a la oposición en el terreno», aclarando que «cada país» lo hará «a su manera».
Los Amigos de Siria también «exigieron» en su resolución final que «los iraníes y el Hezbolá dejen de intervenir en el conflicto» sirio, declaró el ministro de Relaciones Exteriores francés Laurent Fabius.
Por su parte, el secretario de Estado estadounidense, John Kerry, pidió el sábado que la oposición siria reciba más ayuda militar y de otro tipo para acabar con el «desequilibrio» existente frente a las fuerzas del régimen de Asad.
Kerry aseguró que Washington sigue comprometido con un plan de paz que incluya una conferencia internacional en Ginebra sobre Siria y un gobierno de transición elegido tanto por Asad como por la oposición.
Los rebeldes sirios necesitan más apoyo «con el objetivo de poder llegar a Ginebra y ser capaces de corregir el desequilibrio» de fuerzas en el campo de batalla en favor del régimen, dijo Kerry.
El secretario de Estado estadounidense acusó a Asad de una «internacionalización» del conflicto, que hasta el momento se cobró la vida de casi 100.000 personas, al recabar el apoyo de Irán y del movimiento chiita libanés Hezbolá.
El ministro británico de Relaciones Exteriores, William Hague, dijo que Londres no tomó «ninguna decisión» sobre la posibilidad de armar a los rebeldes y que cualquier decisión de este tipo tendría que ser debatida en el parlamento.
En Siria, las fuerzas gubernamentales presionaban por cuarto día consecutivo en un intento de asaltar Qaboon, un barrio del nordeste de Damasco, informó el opositor Observatorio Sirio de Derecho Humanos (OSDH), con sede en Gran Bretaña.
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