La opinión de los jubilados está dividida en torno a la efectividad de la tarjeta de débito como opción para cobrar sus respectivas pensiones del Instituto Venezolano del Seguro Social, ante las largas colas que hacen mes tras mes afuera de las diferentes agencias bancarias durante todo un día.
Cabe destacar que a principios del presente año, el Gobierno nacional anunció que los pensionados del IVSS podrían comenzar a retirar su aporte mensual con tarjeta de débito a partir del pasado 1º de abril, acudiendo a los bancos donde ya se les cancelaba la pensión para solicitar el instrumento.
En efecto, todos los bancos públicos a través de los cuales el IVSS paga las pensiones, cumplieron con el cronograma emitido en su momento por la Superintendencia de Instituciones Bancarias (Sudeban), que se extendió entre el 1 y el 15 de abril, y tras el cual debieron sumarse a la iniciativa varios bancos privados. Sin embargo, un equipo de EL IMPULSO pudo constatar ayer que esta opción no ha convencido a muchos jubilados, incluyendo a aquellos que suelen cobrar su pensión en agencias ubicadas en el este de Barquisimeto.
Nelly Montero, jubilada que hacía cola en uno de los bancos en la avenida Los Leones, explicó que no había solicitado la tarjeta de débito porque no sabía cómo manejar un cajero automático. “Tendría que pedirle ayuda a alguien para cobrar mi pensión con la tarjeta, y para hacer eso sólo confiaría en uno de mis hijos. Considero que debería haberse implementado algún programa para las personas de la tercera edad que no saben utilizar cajeros automáticos, aunque creo que todavía seguiría siendo un problema especialmente para los jubilados de más avanzada edad”, indicó.
Asimismo, otros pensionados manifestaron que la idea era buena, aunque ellos mismos se encontraban en la cola para retirar su dinero de la manera tradicional, mientras que otros puntualizaron que lo importante no era tanto facilitarles nuevos medios de cobro, sino aumentar la pensión en al menos un 50%, ya que muchos jubilados no disponen de dos pensiones, y por lo tanto sólo cuentan con una entrada mensual para cubrir gastos de alimentación, medicinas y otros aspectos básicos, por lo que deben salir en masa a cobrar su dinero para gastarlo todo de inmediato, pues el disminuido poder adquisitivo no les deja otra opción.