En horas de la mañana de ayer, transportistas de la línea Tamaca, que conecta a la población del norte con los caseríos de Las Tunas, Cordero, Palmita, Tacarigua, entre otros, cerraron la avenida El Trapiche, en el final de esa circunvalación, como señal de protesta por el mal estado del asfalto en la ruta que ellos recorren.
La protesta que no se prolongó por mucho tiempo, colapsó el tráfico de la zona y de los usuarios que se trasladan en esa vía. Esto, atrajo la atención de los cuerpos de seguridad, quienes llegaron al sitio para dialogar con la parte afectada.
En pocos minutos, la acción fue disuelta, ya que los agentes de la Guardia Nacional Bolivariana se comprometieron en buscar a los representantes de la empresa que construye los edificios de la Gran Misión Vivienda, de capital iraní, que, según los manifestantes, fue la responsable de empeorar las condiciones de la vía, después de que camiones repletos de granzón, transiten esta arteria varias veces por día, cargando y descargando en la obra.
“Desde hace dos años, la vía está peor, ya no se puede transitar”, dijo José Manuel Landaeta, quien es transportista de esta ruta, “¡el gobierno no nos da respuesta de nada!”, reclamó.
Luego de algunos minutos transcurridos desde la disolución de la protesta y el compromiso de los agentes de la GNB, un agente de este cuerpo, acompañado de un representante de la empresa iraní, se desplazaron en una moto hasta la comunidad de Las Tunas, escoltado del grupo de afectados que trancaron la vía.
Llegaron a la zona que denuncian se encuentra en peores condiciones. Allí, una representante de la empresa denunciada ofreció sus declaraciones, “vamos a limpiarle, planearle y le echaremos el relleno al lugar”, dijo Lenna Fajardo, trabajadora de la empresa en el departamento de Recursos Humanos, ”hasta ahora, no sabemos si le instalaremos asfalto, pero el relleno es seguro”, expresó Fajardo.
La representante de la empresa extranjera encargada de las obras de construcción de la misión social, indicó que, no toda la responsabilidad recae sobre la empresa que ella representa, “esto es el desgaste natural de la vía”, expresó.
La trabajadora de la empresa, dijo que el objetivo de este capital extranjero “ha sido mejorar la vida de los sectores cercanos a la construcción”.
Los daños pegan en el bolsillo
Luis Jiménez es conductor de la misma línea e indicó que por el deterioro de la vía, se hace necesaria la reconstrucción mensual del tren delantero de su unidad, “gasto hasta de 5 mil bolívares entre los repuestos y la mano de obra”, dijo. Indicaron que desde hace tiempo no trabajan para mantener a sus familias, sino que lo hacen para invertir en mantener las unidades con las cuales trabajan. Así lo comentó Osman Sánchez, quien hizo un llamado a los entes municipales para que solventen el problema, “alcaldesa, deje de tapar huecos en la ciudad, y venga a este sector”, reclamó.
