Un tiro en el cuello con salida en la región occipital le quitó la vida a Edickson Enrique Mena Linárez, de 22 años, quien se encontraba la noche del martes en la avenida principal del sector 2 de La Carucieña, justamente frente al mercado, cuando dejaba a su novia en la casa.
El ahora occiso se trasladaba en una moto Honda, negra, cuando dos motorizados intentaron despojarlo de sus pertenencias, pero Mena Linárez quiso darse a la fuga por lo cual le dispararon. “Él cayó al piso; vestía de civil.
Al escuchar la detonación, los policías de la Comandancia que queda cerca del lugar de los hechos, se acercaron, lo auxiliaron hasta el ambulatorio, fue remitido hasta el Hospital Central pero llegó sin signos vitales”, narró Francelys Mena, la única hermana que tenía el joven.
Eran aproximadamente las 9:30 cuando Edickson Enrique iba hacia su casa en el barrio 12 de octubre, al parecer había salido de clases en la Universidad Fermín Toro, minutos antes, donde estudiaba primer año de Derecho. “Era curso uno, oficial de la Policía del estado Lara desde hace un año y cinco meses, pero los últimos meses estuvo adscrito a la Gobernación como escolta de José Orángel Contreras, director de Seguridad y Orden Público, actividad que combinaba con los estudios”, comentó Víctor Mena, primo hermano del fallecido, quien estaba muy triste por la noticia.
Los familiares indicaron que el arma de fuego que portaba el funcionario policial está desaparecida y tenía 15 días aproximadamente con la moto, la cual compró con mucho esfuerzo. “Era un buen muchacho; queremos que se haga justicia, ¿hasta cuándo esto? ¿cuántos funcionarios tienen que caer para que hagan algo?”, se preguntaron.
Esta es la segunda vez que el conjunto familiar pasa por una situación similar ya que, hace siete años asesinaron a su tío, Concepción Méndez, para robarle la moto. “Nosotros le decíamos lo peligroso que era su trabajo pero hacía caso omiso porque era lo que le gustaba. Estaba contento con su desempeño, incluso, primero quiso ser funcionario del Cicpc (…) Era muy emprendedor, luchador y carismático”, recordó en medio de las lágrimas, su hermana.
El ambiente que se vivió la mañana de ayer en la morgue del Hcamp, fue de mucho llanto y dolor. Estaban sus compañeros de Polilara quienes se mostraron afligidos por lo sucedido, ya que es el número ocho que pierde la vida a manos del hampa en lo que va de año.
