Cuando los padres se obsesionan con el rendimiento deportivo de los niños, los hostigan a entrenar y los reprenden cuando no obtienen óptimos resultados en las competencias. De esta forma, los beneficios de practicar una actividad física terminan jugando en contra del menor. El rol de los progenitores en estos casos es apoyarlos en su profesionalización deportiva.
La ecuación niños y deporte es sin duda positiva para su desarrollo. Los ayuda a socializar, a formar su personalidad y mejora su capacidad física, mental e intelectual. Si la actividad es competitiva y con miras a ser un deportista profesional los beneficios aumentan.
Sin embargo, en el camino para lograr que un niño se convierta en un deportista de elite, surgen padres que se obsesionan con la idea de que sus hijos triunfen. Esto los lleva a presionarlos desde pequeños.
Un caso emblemático de la obsesión de un padre en lograr hijos atletas, es el de las hermanas Williams, tenistas destacadas a nivel mundial que vivieron una dura niñez obligadas a practicar desde los tres años. “Por esta razón, el desarrollo deportivo de un niño no debe estar a cargo de los padres, sino de especialistas que velen por la salud mental y física del deportista.
Cuando hay presión, el hijo puede adoptar una actitud oposicionista hacia él negándose a entrenar correctamente, corriendo riesgos como sufrir lesiones. “Durante el entrenamiento estos niños suelen realizar los calentamientos previos y elongación sin ganas y no ejercitan los gestos técnicos como se le está enseñando por falta de interés. Lo que en competencia es crucial para evitar lesiones en el niño y en sus compañeros”.
Si un papá presiona a un niño deportista, es porque existe una contradicción en las motivaciones: “Hay padres que proyectan en sus hijos vivencias personales y frustraciones que desean reivindicar con sus triunfos deportivos. Pero puede que ese menor, en primera instancia, practique el deporte sólo para divertirse”.
La recomendación es que la actividad física de un niño sea variada, no enfocada en un solo deporte, y con un fuerte carácter lúdico.
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