El drama de los desechos sólidos en Palavecino pareciera no tener fin. Los malos olores, las moscas y gusanos, así como la proliferación de roedores, son situaciones comunes en la jurisdicción. Resultado de este terrible escenario es el incremento en un 200% en casos de diarrea, cifras emanadas del principal centro asistencial de la entidad local.
Despojar a la empresa Sateca de la concesión para la recolección de los desechos sólidos en el municipio, con el ligero pretexto que los recursos recaudados, eran sacados del país y no se restituían en un servicio eficiente.
Desde el 2010, cuando se crea, Iaspmupal, el calamitoso servicio ha colocado en jaque la salud de los vecinos de las tres parroquias de la jurisdicción.
La zona rural de Palavecino no escapa de la vergonzosa realidad sanitaria que afecta a más de 160 mil habitantes que tiene la jurisdicción.
Si bien existe poca o nula conciencia ciudadana, tampoco la Alcaldía de Palavecino, ha emprendido una campaña que promueva la limpieza y la conservación de estos espacios, declarados por el Ministerio de Turismo: Ruta Gastronómica de Lara.
Desechos en cada esquina
Pero no solamente la zona rural de Palavecino está inundada de basura, la situación se multiplica en las urbanizaciones y sectores populares de la parroquia, en donde la frecuencia de los camiones del Aseo Urbano es deficiente.
Julio Gutiérrez, habitante de La Morenera, afirmó que cuando existía Sateca el aseo pasaba tres días a la semana, “sin falta, ahora la frecuencia es de una vez al mes, lo que genera inevitable acumulación de los desechos”.
En lo que va de año, el alcalde Richard Coroba ha nombrado tres presidentes en Iaspmupal, más ha incorporado cinco camiones compactadores de basura: tres en diciembre de 2012 y dos en abril de este año, pero en el fondo la crisis es gerencial, ha afirmado el mandatario municipal en reiteradas oportunidades.