El expresidente brasileño Luiz Inácio Lula da Silva afirmó en una entrevista a un programa de televisión que será candidato a la Presidencia en 2014 en caso de que la actual mandataria, Dilma Rousseff, desista de intentar la reelección.
“La única hipótesis para que yo vuelva a disputar la presidencia es si ella no quiere buscar la reelección. Sólo seré candidato si ella no lo quiere”, dijo Lula (2003-2010) al ser preguntado sobre un posible tercer mandato en una entrevista transmitida anoche por la red de televisión SBT y reproducida hoy en varios diarios.
“No voy a permitir que un tucano (el calificativo para los miembros del opositor Partido de la Social Democracia Brasileña) vuelva a la presidencia de Brasil”, dijo.
El expresidente, en su primera entrevista desde que los médicos lo consideraron curado del cáncer en la laringe que le fue diagnosticado el año pasado, admitió que esa posibilidad está distante debido a que, en su opinión, Rousseff, con una popularidad tan alta como la suya, tiene todas las condiciones para ser reelegida.
“La presidenta Dilma Rousseff va a estar muy fuerte al final de su mandato”, agregó el mandatario, que es considerado como el artífice de la elección de su sucesora.
Lula reiteró que, tras superar la enfermedad, se dedicará desde ahora a promover las candidaturas de los integrantes del Partido de los Trabajadores (PT) a las elecciones municipales de octubre próximo.
Lula acudió a la entrevista acompañado por su exministro de Educación y candidato del PT a la alcaldía de Sao Paulo, Fernando Haddad, y dejó claro que su intención al participar en el programa era promover la aspiración política del correligionario.
El expresidente considera que, así como convirtió a Rousseff de una ministra poco conocida y sin proyección política en su sucesora como jefe de Estado, puede transformar a Haddad en el alcalde de la mayor ciudad brasileña, un cargo desde hace años en manos de opositores.
Sobre el cáncer, que superó con quimio y radioterapia, aseguró que la única dificultad que aún tiene es para ingerir los alimentos.
“La garganta sigue inflamada. Me duele cuando tomo agua, me duele cuando paso saliva, me duele cuando como carne, me duele cuando como pan”, afirmó.
“El tratamiento no es un juego. Es bastante duro. Hay que tener dedicación y disciplina para cumplir las reglas de los médicos”, afirmó.
Agregó que actualmente se somete a sesiones de fisioterapia y de fortalecimiento de los músculos debido a que, por las secuelas del tratamiento, ya sufrió dos graves caídas.
Lula evitó pronunciarse sobre la actual polémica de la que es protagonista después de que un ministro del Supremo Tribunal Federal (STF) lo acusara de ejercer presiones para postergar el juicio por un escándalo de corrupción que hizo tambalear su gobierno en 2005.
La audiencia final del juicio está prevista para el segundo semestre de este año y los oficialistas luchan por aplazarla para que no afecte a las aspiraciones del PT en las elecciones municipales.
“No tengo interés en hablar sobre eso. Ya divulgué un comunicado al respecto. Quien inventó esa historia que la pruebe. El tiempo se encargará de aclarar las cosas“, afirmó.