Agua Viva arriba a su XV aniversario hundida en la más penosa falta de atención oficial, hipotecadas promesas y a la deriva de aquella imagen vendida y anunciada de parroquia turística y artesanal.
En retrospectiva, José Luis Sotillo, cronista parroquial de esa localidad, esboza que el 10 de junio de 1976, el gobierno del presidente Carlos Andrés Pérez, anuncia en Gaceta Oficial, la creación del Parque Nacional Terepaima, escenario que le daría valor agregado de notable connotación al municipio y luego a la parroquia.
Posteriormente, el 11 de junio del año 1998, promulgan a Agua Viva como parroquia, hecho notable para la jurisdicción, pues adquiría autonomía otra demarcación.
Proceso de consolidación
Sotillo afirma que al lograr su desprendimiento político-administrativo, se logran un conjunto de acciones beneficiosas para Agua Viva, como el nacimiento de la Ruta Artesanal, creación de la Casa de la Cultura San Antonio (hoy en ruinoso estado) y la construcción de Artesanos de la localidad.
Según su opinión estas acciones fueron determinantes para el proceso de consolidación parroquial, porque cuando se revisa los antecedentes históricos enumerados por Fudeco, ente que avaló la creación de la parroquia, se observa que el principal rubro económico para sostener la jurisdicción, era el artesanal.
Aunado a esto se puede localizar el elemento ecológico, que viene a transformar el matiz visual de la parroquia, la que subyace en un área privilegiada y de interés común bajo la legislación nacional como lo son el Valle del Turbio, la faja protectora del Parque Pastor Oropeza y el Parque Nacional Terepaima.
Un legado incumplido
La tenencia de la tierra, bandera política del proceso revolucionario con más de 14 años, es quizá el anhelo más preciado de los habitantes de la parroquia Agua Viva, tema utilizado hasta el exceso por extintos y actuales mandatarios como matiz y plataforma política, que aún no se materializa.
A juicio de Sotillo, es esta una de las necesidades más sentidas. Los moradores de la populosa parroquia sólo cuentan como amparo, con un decreto expedido por el entonces alcalde Freddy Pérez que entre los considerandos refiere: “Que las tierras donde se encuentran ubicadas las comunidades antes mencionadas, han sido administradas y disfrutadas por el municipio, con carácter de ejidos desde tiempos históricos, por cuya razón, la entidad municipal ha venido dotando, desde tiempos inmemoriales, de los servicios y obras públicas, que han sido requeridas por las comunidades en el sector conocido como Sabanas de Tarabana”.
Decreta, según artículo 1º, declarar el carácter de ejidos municipales los terrenos denominados Sabanas de Tarabana, cuya ubicación y linderos son los siguientes: Lote general con una superficie de siete millones ciento diez mil trecientos sesenta y seis metros cuadrados con 22 centímetros cuadrados (7.110.376,22 M2). Firmado por el alcalde el 1º de junio de 1999.
Un rosario de necesidades
Indistintamente del Decreto del año 99 que aún no ha sido derogado por sucesivas administraciones, se observan otras matrices de necesidades elaboradas por las comunidades organizadas y avaladas por Fudeco, es precisamente la inexistencia de drenajes.
-Nos llama poderosamente la atención, que los gobiernos, tanto nacional, regional como local, conociendo ampliamente este cuadro de necesidades de Fudeco, no direccionen sus políticas a atacar esta situación, remarca el cronista.
Adiciona que la inexistente red de drenajes es obra que los gobiernos han soslayado a pesar de los desastres naturales registrados a lo largo de la historia reciente.
Las calles y avenidas han sido pavimentadas en algunos sectores, pero no se contemplan la incorporación de sistemas de drenajes.
Encuentros vecinales
En los años 1996 y 2005, existieron dos encuentros vecinales en los cuales se abordaron otros escenarios adversos de la parroquia en donde se plantearon extensos y detallados cuadros de soluciones, documentos entregados a los entes oficiales que fueron olvidados en despachos de los alcaldes de turno.
Sotillo enfatiza que la inyección de recursos oficiales se ha escurrido en otras zonas, soslayando “como siempre” a la parroquia Agua Viva, decretada por el alcalde Diego Antonio Rivero el 12 de marzo de 2002 como Patrimonio Cultural, al igual que centro poblado de interés turístico y artesanal del municipio Palavecino, bajo el Nº A-12-03-2002, “letra muerta” del decir del cronista, toda vez, no existió jamás un programa que estimulara, apoyara y fomentara esa actividad, por el contrario de unos 96 talleres identificados en 1996, quedan menos de 40.
La llamada Ruta Artesanal merece un redimensionamiento, deuda gubernamental que urge ser auxiliada y fomentada financieramente.