Encoge el corazón observar como la Biblioteca Froilán Álvarez Yépez fue cerrada y convertida en centro de propaganda de las brigadas del PSUV.
Abnegación, respeto, cordialidad, orden y pluralidad de pensamiento fueron valores que inspiraron a quienes durante casi 50 años forjaron uno de los Centros de Información más importantes del país. La página web institucional facilitó el acceso y calidad de la información, para toda la población.
Kadem, Celmira, Cecilia, Teresa, Cristina, Teresina, Ofelia, Coromoto, Dulce, Charo, Carlos, Antonio, Armando, Jesús, Ramón, Josué, Luís, Ludovic, Peter, Angelis, entre otros, dieron lo mejor de sí para prestar un servicio de alta calidad.
El cierre de este Centro de Información es un atentado contra el patrimonio regional y en consecuencia debe tipificarse como un delito. Cuántas horas/hombre acumuladas en productos de alta calidad, tirados por la borda.
Esta arbitraria decisión se corresponde con el texto de la Ley de creación de Corpolara que no prevé, ni en sus objetivos, ni en sus competencias, la formación y mantenimiento de un Centro de Información, soporte clave en la actividad de planificación en general, en la formulación de proyectos y en la dinámica cotidiana de la sociedad. No en balde se dice que la información es poder.
Todo ello evidencia que ante la desaparición de Fudeco, la región queda huérfana de un ente de planificación, estudios, proyectos, capacitación e información y apoyo a iniciativas de la comunidad.