La Cámara de Bienes Raíces del estado Lara, en la voz de Benito Barcarola, expresó su preocupación ante la creación de una nueva Ley de Arrendamiento destinada a los locales comerciales.
En detalle, el dirigente gremial destacó que si se repite la «triste historia del mercado de viviendas» las consecuencias en el mercado comercial podrían ser nefastas. «Estamos muy preocupados pues si sucede lo mismo que ocurrió con la Ley de Arrendamiento de Viviendas, habrá escasez de ofertas de locales comerciales, y muchos clientes tendrán que irse al mercado informal, generando temor en los nuevos inversionistas tanto para la compra como para las remodelaciones de estos inmuebles».
Barcarola destacó que el instrumento legal es innecesario por cuanto un decreto podría aclarar las dudas en cuanto a la fijación de los cánones de arrendamiento. «Si no se maneja de la forma adecuada, esta ley vendría a ser un golpe más a la actividad inmobiliaria y de bienes raíces. Es incorrecto pensar que el arrendatario de locales comerciales es un débil jurídico como se hablaba en el área de vivienda. Toda persona que alquila un local comercial, lo hace para montar un negocio o industria y cuenta con los medios económicos suficientes para responder a sus compromisos».
En este sentido, Barcarola señaló que deben generarse condiciones de confianza en aras de que todos cumplan con sus obligaciones. «El temor es que se vayan a dar herramientas para los inquilinos irresponsables se escuden, y el propietario no pueda recuperar su inmueble».
Explicó el especialista que muchos aspectos influyen en la fijación de los cánones de arrendamiento de locales comerciales. «A algunos se le calcula en base a las ventas. Además, otros inquilinos cancelan un poco más dependiendo del punto comercial. No es lo mismo alquilar un inmueble en el centro de la ciudad, que uno en un lugar menos visitado. Todos estos aspectos incrementan el canon de arrendamiento».
Nuevamente, el dirigente gremial exhortó a los diputados de la Asamblea Nacional a no cometer el mismo error, pues la regulación del arrendamiento de viviendas prácticamente desapareció el mercado. «Cualquier persona que quiere arrendar una casa tiene que buscar amigos o ingresar al mercado negro porque la oferta se extinguió. Los invito a que revisen los periódicos de hace 10 años, y comprueben cómo disminuyó la oferta de inmuebles en alquiler».
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