El expresidente de Colombia Álvaro Uribe atribuyó hoy el atentado en su contra frustrado la semana pasada en Buenos Aires a su compromiso con “la lucha contra el terrorismo” y “la reforma del Estado” y aseguró que va seguir luchando “con mucha intensidad”.
“Yo no aspiré a la política para ser expresidente. Hay que luchar por las ideas que uno considera útiles para la patria. Mientras uno tenga vida y salud tengo que estar en esa lucha”, sostuvo en una entrevista con Radio Programas del Perú en Lima.
El exmandatario está en Lima invitado por el gobierno de la región de Callao para participar hoy en una jornada sobre seguridad en el castillo colonial del Real Felipe.
Uribe, que fue presidente de 2002 a 2006 y luego reelegido para un nuevo mandato hasta 2010, había guardado silencio hasta ahora sobre el descubrimiento de un artefacto explosivo en un teatro de Buenos Aires, el día antes de que interviniera en un simposio celebrado en ese mismo lugar el pasado 23 de mayo.
“Guardé total silencio y di gracias a las autoridades argentinas por defenderme”, subrayó.
El exmandatario, muy crítico con el Gobierno de Juan Manuel Santos, que formó parte de su gabinete, se declaró un “sobreviviente” y dijo que durante su vida le han “protegido las Fuerzas Armadas de Colombia y Dios”.
Anunció que piensa seguir activo en la política pese a las críticas y luchando contra el terrorismo.
En la misma entrevista volvió a acusar al presidente de Venezuela, Hugo Chávez, de ser cómplice de los grupos guerrilleros colombianos, una acusación que le costó varias crisis diplomáticas con Venezuela durante su gobierno.
En opinión de Uribe, “la dictadura chavista ha hecho de Venezuela un paraíso del narcotráfico y un refugio de terroristas colombianos”.
Cuando estaba en el gobierno, recordó Uribe, le entregó a Chávez las “pruebas de la exacta localización del terrorismo colombiano” en territorio venezolano.
“Nunca tuvimos éxito, ese diálogo fue infructuoso”, señaló tras manifestar que Chávez no puede ser nunca un mediador en el conflicto colombiano, porque “en muchas ocasiones ha legitimado la guerrilla terrorista de Colombia”.
Cuando era presidente, Uribe llegó a autorizar a Chávez a que hiciera gestiones para facilitar el diálogo con las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC) con el fin de lograr la liberación de los secuestrados, pero meses después le retiró la autorización por discrepancias con la manera de actuar del mandatario venezolano.