Usar los vocablos “derecha” e “izquierda” para describir posiciones adoptadas en varios temas, básicamente en cuestiones políticas, sociales o económicas, y en modos de sentir o de ser, en la literatura, en las artes, etc…ha sido tergiversado, sobre todo, por los gobernantes y políticos que se dicen izquierdistas. En Venezuela:
-llevamos casi 15 años donde los dirigentes gubernamentales disparan -sin ton ni son y por cualquier motivo o sin motivo a los que no piensan ni actúan como ellos- el término “derechista”- como insulto y desprecio ante las masas a quienes engañan;
–cuando desde, sobre todo, en los 40 años de democracia los gobernantes y dirigentes adecos y copeyanos respetaban, no insultaban y los empleaban como venezolanos en universidades, secundaria, primaria, y empresas públicas sin discriminación.
Aclaremos los términos. 1.- Las palabras “derecha” e “izquierda” surgieron en el vocabulario político, social y económico de la Europa del siglo XIX.
2.- Los padres de la revitalización del término “derecha” fueron los dirigentes comunistas de la URSS y sus satélites, endilgándosela a los “nazis” y a los fascistas de Mussolini.
3.- En esta década del siglo XXI permite ver en estos términos, un total caos, y muchos de los que mandan las utilizan de uso corriente para insultar y degradar ante el pueblo engañado a los que no están de acuerdo con su manera de gobernar.
5.- Dios creó las desigualdades: hombre-mujer, cielo-tierra-mar, padre-madre-hijos, cuerpo-alma,etc… proporcionadas a la naturaleza, al bienestar y progreso de cada ser humano, y adecuadas al orden general del universo. En esto consiste la desigualdad cristiana.
Izquierdismo
1.- La izquierda, en los siglos XIX y XX, no era sólo una negación volcánica de una tradición que parecía muerta, sino también y cada vez más la afirmación de un futuro que parecía fatal. Frente a la trilogía de la Revolución Francesa: “Igualdad, Libertad, Fraternidad”.
2.- Todavía hoy el consenso general no duda en calificar de izquierdista “perfecto” a quien se afirme favorable, a la libertad total, la total igualdad y la fraternidad también total, propio de los anarquistas. ¿No es una utopía tal igualdad total?
3.- Los izquierdistas “moderados” califican como utópico (“lamentablemente utópico”, dicen) ese sueño de sus correligionarios integrales. Así, por ejemplo, un socialista es tanto más izquierdista cuanto más efectiva y general sea la igualdad de oportunidades que reivindica.
4.- La libertad absoluta propicia una ofensiva general de los que son o tienen menos, contra los que son o tienen más. La igualdad absoluta propone la negación de toda autoridad y, por lo tanto, de toda ley. ¿Dónde queda la fraternidad? ¿En la colectividad?
5.- En el devenir de la historia, se atemperó tal trilogía de la revolución francesa, y en Venezuela vemos como del partido comunista surge AD como socialdemocracia, así como muchos de los dirigentes de la izquierda democrática adjuraron del leninismo-estalinista. Todos ellos se autodenominan de izquierda moderna: la que reinvindica una igualdad de oportunidades, que hay que celebrar. Sin embargo, todos los izquierdistas deberían reflexionar lo que Ortega y Gasett afirma en la Rebelión de las Masas: “Ser de izquierda es, como ser de derecha, una de las infinitas maneras que el ser humano puede elegir para ser imbécil: ambas, en efecto, son formas de hemiplegia moral”.
Tips.- Sres izquierdistas Maduro, Ministro de Educación Superior, diputados, ministros que que pasaron por las universidades: ¿por qué quieren destruir la inteligencia y la formación pluralista de los venezolanos?
Próximo domingo: Análisis del término “derecha”.