Sin tregua – El round del oso

La cúpula roja rojita del Psuv que hablaba del “golpe económico de la oposición mediante el desabastecimiento” sabe que mintió a conciencia. Usaron ese “argumento” para tapar su propia incapacidad, culpar a terceros y para fanatizar a sus seguidores. El viejo truco de los Castro: “tener un enemigo para justificar el fracaso propio. Y si no existe, hay que inventarlo”. Hay, sin embargo, miles de camaradas que creían que podía haber algo cierto aunque muchos ya dudaban porque ¿Cómo puede ser culpable “la burguesía” de la escasez de cemento, cabillas y muchos otros productos como azúcar, aceite de comer si todo eso está en manos del Estado?
Les salió, pues, muy mal el round Polar con el que Maduro pensaba encubrir la segunda o tercera aplicación de su paquetazo: la del aumento de los precios de la carne, pollo, leche y sus derivados. Dárselas de “duro y sobrao” ante el Oso, a sabiendas de que nada haría, pero tratando de aparecer como un “perdonavidas”.
No logró ni lo uno ni lo otro. No contaba con la astucia del Oso: apoyado en la calidad y productividad de sus empresas de alimentos, desmontó la ridiculez del “plan golpista mediante el desabastecimiento”. Quedó claro que el Oso produce Harina Pan a full capacidad y que el problema está en las 10 plantas de harina de maíz que maneja el ilegítimo gobierno madurista que no producen casi nada. ¡El estatismo salvaje es el causante de la escasez! Se sabotean ellos mismos, aunque usted no lo crea. El plan diseñado para distraer al pueblo y que no se percatara de la medida de aumento de precios, resultó contraproducente porque ahora solo los fanáticos se tragan el cuento del “golpe económico”. Costo político muy alto: quedar desnudo, otra vez, en la mentira.
Lo peor, el ilegítimo Maduro que ya no cuenta con el apoyo siquiera de esa mitad menor de Venezuela que votó por él, el 14A; igual tiene que encarar la arrechera popular de quienes hoy saben que se les engañó con lo del paquetazo rojo. Dos devaluaciones. La primera del dólar oficial de 4.30 a 6.30, nada menos que 46% de un leñazo. La segunda, la de la subasta del dólar, de 5.30 a quién sabe cuánto, mínimo al doble. Ambas devaluaciones van seguidas de la inevitable brutal inflación, la más alta de América Latina y la tercera más alta de todo el Planeta Tierra. Y eso que el BCV no mide la otra inflación, la del comercio informal buhoneril donde se consigue más caro lo que escasea en otros sitios.
Devaluaciones, inflación, desabastecimiento, un aumento salarial pírrico que fue noqueado por la pérdida de 4 ó 5 días al mes del cesta ticket producto de la demagógica reducción de la jornada laboral con la que nadie ganó: ni los trabajadores que perdieron ingresos, ni las empresas estatales o privadas que pierden productividad, ni los bienes y servicios que necesitamos todos.
Y “El Ilegítimo” no tiene como compensar al pueblo porque Raúl Castro pide más y más dinero para sostener la ruina cubana. Porque tiene que darle más negocios al gobierno corrupto de Argentina y necesita lograr más importaciones para medio paliar la escasez, lo que significa más negocios para Uruguay, Brasil, Argentina, Nicaragua, EEUU – el propio imperio que nos vende de todo – y China.
En cambio, el Oso, con la verdad por delante, se ganó la confianza y el respeto del país produciendo al 100% de su capacidad instalada, no obstante el acoso y las amenazas a que fue sometido. Ahora, cada vez que salga un farsante desfachatado con el cuento del “golpe económico”, culpando a la oposición o a empresas como la del Oso, quedará en ridículo. Tal como sucede con Maduro que de tanto mentir con la enfermedad del ausente, con el paquetazo y con la auditoría electoral, perdió su poca credibilidad y ganó el remoquete de “mentira fresca”. Round a favor del Oso…