Científicos descubrieron un gen crucial en la producción del esperma sano. El avance, dicen los investigadores de la Universidad de Edimburgo, acerca a la posibilidad de desarrollar un nuevo método anticonceptivo masculino sin los molestos efectos secundarios de los fármacos actualmente disponibles.
Los actuales anticonceptivos masculinos están basados en la interrupción de la producción de hormonas, como la testosterona, esto puede causar efectos secundarios como irritabilidad, cambios de estado de ánimo y acné.
Por eso los métodos más viables de anticoncepción masculina actualmente son los condones o una vasectomía, que es permanente.
Los científicos descubrieron que el nuevo gen, llamado Katnal1, juega un papel crucial en la fertilidad masculina al permitir que el esperma madure en los testículos.
Y si se logra regular sus funciones en los testículos se podría evitar que el esperma madure completamente, lo cual lo volvería inefectivo sin necesidad de modificar los niveles de las hormonas.
La investigación también ofrece información importante para la búsqueda de tratamientos para la infertilidad masculina cuando ésta es causada por una función incorrecta del gen Katnal1 que dificulta la producción de esperma.
Los científicos estaban investigando las causas de la infertilidad masculina en ratones cuando casualmente alteraron el código genético de los animales para ver si se volvían estériles. Posteriormente trazaron las mutaciones que producían esa infertilidad y llegaron hasta el gen Katnal 1.
Descubrieron que el gen contenía el patrón de una proteína muy importante en las células que están involucradas en el desarrollo de esperma. Sin esa proteína, el esperma no puede desarrollarse totalmente y el organismo lo desecha.
«Santo grial»
Ahora los investigadores esperan poder confirmar los resultados en humanos para evitar el desarrollo de esperma sin causar daños permanentes.
«Si podemos encontrar una forma de llegar a este gen en los testículos, podríamos potencialmente desarrollar un anticonceptivo no hormonal», afirma el doctor Lee Smith, quien dirigió el estudio.
«Lo más importante es que los efectos de este fármaco podrían revertirse porque el Katnal1 sólo afecta las células espermáticas que están en las etapas más avanzadas de desarrollo».
«Así que no pondría en peligro la producción de esperma en sus etapas iniciales ni la capacidad general de producir espermatozoides», agrega el científico.
«Aunque se están llevando a cabo otras investigaciones sobre anticonceptivos masculinos no hormonales, la identificación de un gen que controla la producción de esperma como lo hace el gen Katnal1, es un avance nuevo e importante en nuestro entendimiento de la biología testicular», expresa el profesor Smith.
Por su parte el doctor Allan Pacey, profesor de andrología de la Universidad de Sheffield, Inglaterra, cree que «ciertamente existe una necesidad de desarrollar un anticonceptivo no hormonal para hombres».
Este objetivo, agrega, ha sido durante muchos años el «Santo grial» en la investigación de la reproducción masculina.
«La clave en el desarrollo de un anticonceptivo masculino no hormonal es que el objetivo molecular necesita ser muy específico tanto en el esperma como en otras células que están involucradas en la producción de espermatozoides en el testículo».
«Si no lo son, ese anticonceptivo podría tener efectos secundarios no deseados en otras células y tejidos en el organismo e incluso podría ser peligroso».
«El gen descrito en la investigación del grupo de Edimburgo parece ser un posible blanco, nuevo y estimulante, para un nuevo anticonceptivo masculino».
«Y también podría ofrecer información nueva de porqué algunos hombres son subfértiles y porqué su esperma no trabaja adecuadamente», expresa el experto.