“Yo soy el Buen Pastor y conozco a los míos como los míos me conocen a mí, lo mismo que el Padre me conoce a mí y yo conozco al Padre. Y yo doy mi vida por las ovejas”, expresa el Evangelio según San Juan, en el capítulo 10, versículos 14 y 15.
Mañana, monseñor Antonio López Castillo, arzobispo de Barquisimeto, cumple 25 años como obispo y la feligresía se llena de gozo por el aniversario de su pastor. Zuliano y con un profundo espíritu de servicio, lleva el rebaño barquisimetano con los ojos puestos en Cristo.
La fiesta aniversaria, la celebrará junto a los laicos y clero que este martes participa de la peregrinación a Guanare, lugar donde se encuentra la basílica de Nuestra Señora de Coromoto, patrona de Venezuela.
Desde las diferentes parroquias de la ciudad, se han organizado los fieles para venerar a la Madre de Dios y, al mismo tiempo, vivir la fraternidad de pertenecer a la Iglesia Universal.
“Desde mi sacerdocio, concibo el servicio a Dios como una donación al prójimo en la cual es importante mostrar a Cristo mediante las prácticas de misericordia, oración y eucaristía.
El mejor regalo de aniversario es una oración por mí y el resto de pastores de nuestra Iglesia que tanto necesita de la fuerza que viene de Dios. La fiesta episcopal me hace recordar que mi vida entera le pertenece al Señor”, sostuvo.
En Barquisimeto
Para la feligresía que no podrá viajar a Guanare, puede acompañar al arzobispo de Barquisimeto en la celebración eucarística que presidirá en la iglesia Catedral el próximo 8 de junio a las 9.00 de la mañana.
Se tratará de una fiesta espiritual que además tiene una especial emotividad porque está dentro del Año Jubilar Arquidiocesano. Los 150 años de la aquidiócesis, han sido celebrados desde principio de año con diferentes actividades pastorales que refuerzan la fe de los creyentes.
Para la misa se espera la participación de todos los sacerdotes y diáconos que integran el clero local, así como de los seminaristas que se forman para en el futuro ser ministros de Dios en el altar.
“Todos están cordialmente invitados y juntos elevaremos oraciones a Dios, para queexistan cada vez más, nuevas vocaciones sacerdotales y religiosas, que sirvan para difundir la obra del Evangelio”.
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