El gobierno nacional desde el anuncio de la enfermedad del ex presidente de la República, Hugo Chávez, ha mantenido al país engañado y ahora pretende seguir amedrentando sacando a los efectivos militares a la calle para intimidar a los ciudadanos.
El pronunciamiento fue realizado por el partido Copei, a través de un comunicado de prensa, donde critican y hacen una reflexión profunda sobre todas las acciones que ha realizado el gobierno nacional en lo que va de 2013.
«El resultado cerrado de las elecciones presidenciales en las cuales ambos bandos se atribuían el triunfo, fue zanjado por la decisión del árbitro electoral con el rechazo unánime de amplios sectores dentro y fuera del país, acontecimientos que prolongaron la incertidumbre y extendieron peligrosamente la parálisis tanto de los sectores ejecutivos del gobierno como de casi la totalidad del aparato productivo del país», precisan.
Asimismo señalan que el año 2012 había sido particularmente espléndido en relación a los ingresos extraordinarios, los precios del barril de petróleo alcanzaron marcas récords por encima de los cien dólares, barrera que se consideraba imposible de superar en los años anteriores.
«El volumen de millones de dólares de ingresos, el traslado al país de las reservas del oro y el triunfo electoral de Chávez en las elecciones del 7 de octubre del 2012 presagiaban la continuación por seis años más del proyectos del Socialismo del Siglo XXI, sin embargo, la situación cambió por un desenlace fatal», indican.
Critican además la aplicación de una serie de devaluaciones y la modificación del régimen cambiario para detener, según voceros oficiales la sangría y fuga de divisas, poner orden en la deformada economía del país, impedir el contrabando de extracción e intentar recuperar el aparato industrial y productivo nacional.
«Devaluar, restringir la liquidez, desregular precios y controles, diseñar las nuevas políticas cambiarias, cumplir los acuerdos con Petrocaribe, el Alba, Mercosur. Estimular el aparato productivo. Generar Confianza. Modificar leyes y reglamentos. Diseñar nuevas políticas económicas ante el fracaso evidente de las aplicadas con anterioridad en un marco de confrontación interna hacia el seno del partido de gobierno y en paralelo con un movimiento opositor en franco desarrollo. No resulta fácil de resolver», opinan.
Sostienen que la salida propuesta no puede ser la militarización aún más de la sociedad venezolana.
«Es importante que el nuevo gobierno aborde el delicado problema de la inseguridad, la violencia y el excesivo número de armas ilegales existentes en el país. Pero, nos preocupa aún más el reciente anuncio oficial de crear las milicias obreras, distrayendo a emprendedores, trabajadores y empresarios de su labor fundamental, aumentar y desarrollar el aparato productivo nacional», indican.
Señalan que en momentos de graves problemas presupuestarios, que impiden atender necesidades de docentes y universidades, «la solución más racional no parece ser invertir en más armas, en tener más soldados y desmantelar universidades y el ya muy debilitado aparato productivo nacional».