En un rincón del alma
en un espacio especial
allí guardo tu recuerdo
como un sueño ideal.
Revisando en el tiempo
tu cálido contacto
se impregna el sentimiento
de grandes esperanzas.
Te amé y me amaste
con entrega y servicio
por ello te recuerdo
con el mayor deseo
que encuentres el sosiego
que te sonría la vida
en este vendaval
para que no caigas
nunca jamás.
Así quedaste en mí
indeleble y tranquilo
como el rocío en las
mañanas y el sonido
del río.