El presidente del Real Madrid, Florentino Pérez, anunció este lunes que el técnico portugués, José Mourinho, dejará al equipo blanco al término de una temporada tormentosa en que acabó enfrentado a jugadores y afición, y abandonado también por el primero.
«Tras conversaciones con nuestro técnico hemos llegado al acuerdo de dar por finalizada nuestra relación contractual al término de esta temporada», afirmó Pérez en una rueda de prensa, dando a entender que el luso dirigirá al equipo en los dos últimos partidos Liga frente a Real Sociedad y Osasuna.
El máximo mandatario blanco se limitó a anunciar el fin de la era Mourinho, al que, sin embargo, le quedaban otros tres años de contrato, sin precisar quién podría ser su sucesor.
«Quiero aclarar que no hemos establecido ningún acuerdo ni ningún precontrato con ningún posible entrenador, este es un trabajo que nos queda para los próximos días», dijo Pérez.
El presidente blanco intentó cortar así las especulaciones que apuntan al italiano Carlo Ancelotti como sucesor de «Mou», después que el actual técnico del PSG mostrara su deseo de abandonar el equipo francés y admitiera que el Real Madrid era una de las posibilidades.
«Tenemos el tiempo suficiente para pensar en el entrenador, que hay varios, no hay uno o dos o tres, hay más», afirmó Pérez, aunque admitió que el club blanco había preguntado al PSG por el técnico italiano y que el equipo francés respondió que Ancelotti tiene contrato.
Pérez también trató de dejar claro que «nadie ha destituido a nadie, ha sido de mutuo acuerdo», afirmando que «la decisión se toma por muchas cosas, yo creo que él (Mourinho) ha creído que tiene un nivel de presión y que tres años son suficientes».
«Es un entrenador muy exigente, consigo mismo, con los demás, muy competitivo, y eso tiene su desgaste», insistió el presidente merengue, que se deshizo en elogios hacia el técnico luso, al que los medios españoles dan como destino el Chelsea.
Mourinho «es el entrenador con el que hemos dado un importante salto técnico y deportivo», aseguró rechazando que su paso por el Madrid haya supuesto un «fracaso», pese a que falló en su principal objetivo cuando llegó en 2010: la décima Liga de Campeones del club.
De hecho, «Mou», que llegó precedido por su fama de entrenador ganador, deja el banquillo blanco con un limitado balance de una Liga, una Copa del Rey y una Supercopa de España.
El portugués, que admitió que 2012-2013 ha sido «la peor temporada de mi carrera», sale además del Real Madrid tras sufrir la humillación de perder el viernes en el estadio Santiago Bernabéu la Copa del Rey (2-1 en la prórroga) frente al Atlético de Madrid.
La derrota en la final copera fue la gota que colmó un vaso que ya había llenado el enfrentamiento de «Mou» con buena parte de sus principales jugadores, especialmente tras el pulso que entabló con el portero y capitán Iker Casillas, todo un símbolo blanco.
El luso, al que le gusta dejar claro quién manda en el vestuario, había aprovechado la fractura de un dedo de Casillas a finales de enero para relegarlo definitivamente a la suplencia en favor de Diego López, al que hizo venir para sustituir al meta campeón del mundo.
Las últimas silbatinas que el entrenador recibió en el estadio Santiago Bernabéu también pueden haber servido de acicate a Pérez para romper con «Mou» ante la cercanía de las próximas elecciones, que el presidente blanco ha convocado este lunes para el 16 de junio.
El presidente blanco anunció que se presentará a la reelección, sin que por el momento se conozca ningún rival que pueda enfrentarse a él en las urnas.
Su aspiración electoral le obligará a ocuparse pronto de la plantilla y su eventual renovación, con atención especial a Cristiano Ronaldo, que finaliza contrato con el Madrid en 2014 y al que desean contratar varios clubes.