Las calles del barrio José Gregorio Bastidas, en la parroquia Santa Rosa, al este de Barquisimeto, parecen vías agrícolas enlodadas.
Los vecinos dicen que cuando llueve la situación es precaria porque las aguas que caen se empozan, las vías se vuelven un pantanal y el tráfico se hace imposible, en especial por la noche cuando llega la oscuridad y quedan al descubierto las fallas que hay en el alumbrado público.
Alejandro Avendaño, habitante de la calle Bolívar, dice que los carros constantemente presentan fallas mecánicas por la ausencia de asfaltado. “Por aquí no se puede circular, fíjate cómo están las calles, pero cuando llueve la situación empeora, los carros se nos quedan atollados en medio de las lagunas que se forman de acera a acera”.
Avendaño sostiene que el arreglo de las partes más delicadas de sus vehículos ya son rutina, en especial el tren delantero. “Cada cuatro meses tenemos que hacerle el tren delantero a los carros y sustiuir los amortiguadores porque las calles causan estragos. Es una renta, tener un carro por esta zona, es un dolor de cabeza, le hemos hecho llamados a Amalia Sáez, para que asfalten las calles, pero nunca ha venido al sector”.
Agregó que a pesar de que José Gregorio Bastidas no es zona roja, les preocupan las deficiencias que hay en el alumbrado público porque la oscuridad, sumado al pésimo estado de la vialidad, puede atraer a los azotes de otras comunidades cercanas. “Los postes alumbran poco y algunos están inoperantes, eso es preocupante, no queremos que se nos vaya a dañar el barrio”.
Omaira de Ugarte, otra vecina, se quejó de que cuando llueve todas las aguas que caen en Las Clavellinas, bajan y se empozan en la zona. “Por aquí llovió el 3 de mayo y fíjate como todavía está el agua, han pasado más de 10 días y la calle aún está mojada”.
Dice que muchas personas, en especial los niños, se enferman con frecuencia a causa de las lluvias y el mal estado de las calles. “Cuando uno camina por estas calles se le mojan y enlodan los pies, y nuestros niños terminan enfermándose, por eso les hacemos un llamado a las autoridades para que vengan a asfaltar las calles”.
“Los que pagan las consecuencias son nuestros hijos quienes padecen de asma, gripe y dengue por esas lagunas. Esto siempre ha sido así desde hace casi 30 años”.
Tania Suárez señaló que ni siquiera la calle principal (única asfaltada) está en buen estado. “Hay muchos huecos porque existen varios botes de agua que han ido socavando las bases de las vías y se convierten en hueco”.
Suárez agregó que cuando llegan tarde al sector en un libre, los conductores se niegan a llevarlos hasta la casa porque dicen que las calles no están asfaltadas y los carros presentan severos daños.